Dios Se Glorifica En Medio De Mis Enfermedades
Enviado por likaoda • 18 de Febrero de 2014 • 821 Palabras (4 Páginas) • 450 Visitas
Una de las cosas que el cristiano tiene que hacer en su vida es glorificar a Dios, como hijos de Dios tenemos que glorificarle por que El es nuestro Padre, nuestro Dios, nuestro Rey, nuestro Amo y Señor. La palabra glorificar Significa Adorar, Alabar, Engrandecer, Exaltar, Honrar, Magnificar. La salud es definida como el estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades. La enfermedad (palabra que viene del latín y que significa «falto de firmeza») es un proceso que se desarrolla en un ser vivo, caracterizado por una alteración de su estado normal de salud.
Entre las enfermedades de la mujer con más consultas al ginecólogo se deben al flujo de sangre, sea escaso o abundante y según la cantidad o ausencia de este es como la medicina denominará la enfermedad. Refiriéndome al pasaje bíblico, bien podríamos decir que la enfermedad de esta mujer se trataba de una “metrorragia crónica”, porque era continua y la padecía más de una década.
Como mujeres entendemos perfectamente lo que esta mujer podía estar pasando.
En cuanto a su organismo, una continua hemorragia de sangre sin duda le llevaría a la debilidad y probablemente a una anemia aguda, (se define como una concentración baja de hemoglobina en la sangre) le veríamos con un rostro pálido quizás y un estado de ánimo decadente frente a un diagnóstico sin solución, pues habiendo invertido todo su dinero en médicos y medicina la dejaron en una completa miseria. Ella estaba completamente segura que Jesús la sanaría, pero era un gran riesgo; tocar un hombre y en esas condiciones sería condenarse a lo extremo. Por eso dijo con todo su corazón: «Si tocare tan solamente su manto, seré salva» (Mr. Vers. 28), es decir, salva de condenación y sana de su enfermedad. Su fe puesta en acción permitió que al momento de tocar “solo el manto” de Jesús fuera inmediatamente sana, como respuesta a una fe verdadera.
También leía el pasaje donde Marcos nos relata la historia del paralítico y sus cuatro amigos, que descolgándole desde el techo, consiguieron arrancarle un milagro al Señor (Marcos 2, 1-12)… y pensaba en la fe de aquellos hombres… pero saben algo, lo más que me llamó la atención es que ni el paralítico ni sus amigos le piden nada a Jesús… solamente lo ponen frente a Él porque saben que Él va a actuar…!!! El paralítico se abandono en las manos de Jesús como diciendo: “Tú conoces todo de mí… estoy aquí porque confío en Tu Misericordia… has conmigo lo que quieras”… y Jesús cambió su vida para siempre…
Dale todo tu ser a Dios y comenzará a transformar tu vida para su gloria!! Muchos podemos preguntarnos cómo podemos glorificar a Dios si nuestra condición de salud no es la mejor y no nos permite “hacer” lo que “quisiéramos” para el Señor. En estos casos, Dios es glorificado cuando creemos en Él. Eso dice la Palabra
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