EL PAPEL DEL PADRE EN LA CRIANZA DE LOS HIJOS
Enviado por SantiagoQ • 20 de Febrero de 2012 • 2.008 Palabras (9 Páginas) • 759 Visitas
EL PAPEL DEL PADRE EN LA CRIANZA DE LOS HIJOS
He aquí, don del Señor son los hijos; y recompensa es el fruto del vientre.
Como flechas en la mano del guerrero, así son los hijos tenidos en la juventud.
Salmo 127:3-4.
Un autor escribió: “La siguiente generación se empieza a educar 20 años antes de nacer”.
Tiene razón este autor; sin embargo, nunca es tarde para empezar, Dios nos llamará a cuentas si no lo hacemos, así que es mejor empezar sin importar donde estas como padre: si tus hijos están en camino de nacer puedes hacerlo desde el inicio, pero si ya están caminando es también importante que tomes el control de su crianza.
Hay una descripción en la Biblia de cómo serán estos últimos tiempos que estamos viviendo ahora, veamos:
“Pero debes saber esto: que en los últimos días vendrán tiempos difíciles. Porque los hombres serán amadores de sí mismos, avaros, jactanciosos, soberbios, blasfemos, desobedientes a los padres, ingratos, irreverentes, sin amor, implacables, calumniadores, desenfrenados, salvajes, aborrecedores de lo bueno, traidores, impetuosos, envanecidos, amadores de los placeres en vez de amadores de Dios; 5teniendo apariencia de piedad, pero habiendo negado su poder; a los tales evita”.
2 Timoteo 3:1-5.
Esta descripción usa en el versículo 1 un calificativo: “tiempos difíciles” y pasa a describir lo que será la conducta de los hombres, toda esa serie de calificativos no son nada agradables, son descriptivos de personas de la mas baja condición espiritual o moral, pensaríamos que personas así solamente habitan en las cárceles; pero no es así, el apóstol esta hablando de hombres y mujeres de este tiempo y viviendo sobre el planeta y termina la descripción diciendo que son amadores de los placeres más que de Dios y teniendo apariencia de piedad y el consejo a su joven discípulo es el siguiente: a estos evita.
Podemos entender a Pablo al decir “tiempos difíciles”, pero no nos quedemos ahí solamente; el pasaje dice “últimos días” y en el tiempo que estamos viviendo en la actualidad son esos días que esta describiendo el apóstol. Esos hombres descritos ahí tuvieron que ser niños ; y tuvieron que tener padres que los trajeron al mundo y sin importar su condición social o económica la mayoría tuvieron que haber pasado por un proceso formativo dirigido por sus padres o por lo menos por uno de ellos.
En la cultura latinoamericana, no es extraño que haya hogares donde la presencia del padre sea nula o escasa. Sin embargo la responsabilidad de mantener a los hijos fuera de este peligro sigue estando vigente para la madre (aún cuando no es lo ideal, ni es el diseño de Dios), Dios sigue siendo el Creador y la fuente de sabiduría y gracia disponible para una madre que tenga que criar a su hijo dentro de Su plan: CRIAR A NUESTROS HIJOS EN EL TEMOR DEL SEÑOR PARA SU GLORIA Y HONRA.
¿DE QUIEN ES LA RESPONSABILIDAD DE LA CRIANZA DE LOS HIJOS?
Revisemos en Deuteronomio 6:1-2, las palabras de Moisés al pueblo de Israel después de la salida de Egipto:
“1Estos, pues, son los mandamientos, los estatutos y los juicios que el SEÑOR vuestro Dios me ha mandado que os enseñe, para que los pongáis por obra en la tierra que vais a poseer, 2para que temas al SEÑOR tu Dios, guardando todos sus estatutos y sus mandamientos que yo te ordeno, tú y tus hijos y tus nietos, todos los días de tu vida, para que tus días sean prolongados.”
En el versículo 1 hay 2 mandatos que están en una progresión; Moisés dice al pueblo que Dios le ha mandado a que les “enseñe para ponerlos en obra” y además da una promesa si obedecen; “vidas prolongadas”. Y en el versículo 7 habla de nuevo de cómo debemos enseñarlos:
“7y diligentemente las enseñarás a tus hijos, y hablarás de ellas cuando te sientes en tu casa y cuando andes por el camino, cuando te acuestes y cuando te levantes.”
La instrucción de cómo enseñarlas esta indicada en estos versículos; dice que las enseñaremos diligentemente, que se debe hablar de estos mandatos en todas partes; dentro y fuera de casa, de noche y de día, repetirlas, escribirlas. La enseñanza a nuestros hijos no tiene horario, es una labor de 24 horas al día.
Hasta aquí es claro que hay un mandato del Señor para que como creyentes estemos a cargo de la crianza de nuestros hijos, pero la siguiente pregunta que podemos hacernos es ¿a quien esta dando Dios esta responsabilidad?
En el contexto de Deuteronomio 6 es Dios quien esta dando a Moisés estos mandatos, pero a quien van dirigidos NO es a Moisés solamente; en
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