EL SOLDADO DE CRISTO Y LA ARMADURA DE DIOS.

EL SOLDADO DE CRISTO Y LA ARMADURA DE DIOS

Porque no tenemos lucha contra sangre y carne; sino contra principados, contra potestades, contra señores del mundo, gobernadores de estas tinieblas; contra malicias espirituales en los aires (efe 6:12)

Y tenemos esta lucha porque “el diablo ha descendido a vosotros, teniendo grande ira, sabiendo que tiene poco tiempo (Ap. 12:12) y ha venido a la tierra ha hurtar (robar) y matar, y destruir (Jn10:10) la salvación de alma, y así los que viven en este mundo no puedan obtener la vida eterna.

Al diablo se le conoce como el príncipe de este mundo (Jn 12:31) y como todo príncipe tiene un reino con grandes murallas y puertas enormes las cuales no se destruyen con flechas, ni golpes, y en este reino mantiene al pueblo esclavo de pecado, llenándolos de odios, celos, pleitos, avaricias, inmundicias (Gal. 5:19), donde les enseña a seguir los deseos de la carne y los quiere condenar a morir en el pecado, pues escrito esta “la paga del pecado es muerte” (Rom 6:23), y la gente que vive en este reino, no puede salir de ahí porque el “cego los entendimientos de los incrédulos para que no les resplandezca la lumbre del evangelio de Cristo”(2 Cor. 4:4)

Mas Cristo en su misericordia participo de sangre y carne para destruir por la muerte al que tenía el imperio de la muerte (del pecado), es a saber el diablo y librar a los que por el temor de la muerte estaban sujetos a servidumbre (Heb. 2:14-15) pues es sabido que antes del sacrificio de nuestro Señor, no teníamos opción de vivir, solo vivíamos para morir en delitos y pecados, por esto el diablo tenía el imperio de la muerte, pues no había nada que pudiésemos hacer para librarnos de ella.

Mas ahora que el señor en su santa misericordia nos ha librado del infierno, es necesario que volvamos al infierno y ataquemos sus puertas, y saquemos de ahí a los que son de Dios (Jn 17:9). Pero la guerra no la haremos contra los habitantes de ese reino, sino contra los gobernadores de esas tinieblas (Ef 6:12), porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas (2 Cor 10:4), por lo cual vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y estar firmes, habiendo acabado todo (Ef 6:13)

Ustedes actualmente están fuera de ese reino, sin embargo llegará el día en que el diablo quiera enlistarlos en su ejército y con esto destruir su salvación y llevarlos con él al infierno, el cual inicia en este mundo, pues nadie va al infierno, si no entra primero en el mientras esta aquí en este mundo.

Mas Dios los invita a pelear la buena batalla y formar parte de ese ejercito poderoso que se respalda en el Señor Jesucristo, los cuales han vencido (a Satanás) por la sangre del cordero, y por la palabra de Su testimonio; y no han amado sus vidas hasta la muerte (Apo 12:11), pero para esto es necesario un esfuerzo,

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