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EL TERCER VIAJE MISIONERO DEL APÓSTOL PABLO


Enviado por   •  18 de Junio de 2014  •  928 Palabras (4 Páginas)  •  628 Visitas

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11. EL TERCER VIAJE MISIONERO

Pasada la primavera, Pablo partió: «Pasada

una temporada…» (Cf. Hch 18,23).

Esta vez al fiel Timoteo se suma Erasto y

otros colaboradores, cuyo nombre no conocemos

(Cf. Hch 19,22). Estos compartieron

con Pablo parte de la nueva tarea misionera.

Pasando por Galacia y Frigia, donde

visitan las comunidades ya fundadas,

llegan a Éfeso. En esta ciudad era importante

el culto a la diosa Artemisa, protectora

de la fecundidad, culto que se remitía al

siglo VIII a.C. Su templo constituía una de

las siete maravillas del mundo. En el tiempo

de Pablo, Éfeso era la provincia romana

de Asia, capital religiosa, económica y administrativa.

En esta gran ciudad, la comunidad cristiana

ya existía. Antes de la llegada de Pablo, un

cristiano de nombre Apolo, había explicado

las Escrituras hebreas mostrando su cumplimiento en Jesús. Pero Apolo no tenía un conocimiento

completo de la persona de Jesús y de su mensaje. Conocía bien el Antiguo Testamento y la predicación

de Juan Bautista. Aquila y Priscila, futuros amigos de Pablo, que, en ese tiempo se encontraban

en Corinto, le completaron la instrucción. Apolo pasó a formar parte del grupo que colabora con

Pablo.

El apóstol anuncia el Evangelio durante tres meses en la Sinagoga (Hch19,8). Seguidamente, huésped

de la casa de Tirano, se dirige durante dos años (Hch 19,10) al ambiente pagano. Judíos y griegos,

dos culturas del tiempo, escuchan de boca del apóstol la palabra del Señor (Hch 19,10).

La permanencia en Éfeso fue una de las más difíciles.

Pablo tuvo que combatir contra los exorcistas judíos

(Hch 19,11-20) que trataban de imitarlo echando a los

malos espíritus, pero fueron puestos en ridículo por los

mismos espíritus. Ante este hecho, los efesios queman

sus libros de magia en público.

Enviados a Macedonia Timoteo y Erasto, Pablo discrepa

contra los plateros efesios, que venden estatuas de

la diosa Artemisa.

La predicación de Pablo alejaba a los efesios de Artemisa,

venerada por el culto de la fertilidad. La población,

instigada por los plateros (Hch 19,23-40) que veían

disminuir sus entradas por la reducción del culto de

Artemisa, provocó un linchamiento contra Pablo. Gayo

y Aristarco, otros dos colaboradores de Pablo, fueron

arrastrados al teatro que aún hoy contiene aproximadamente

25.000 personas. Pablo hace memoria de estos

hechos en la carta a los Corintios: «Si por motivos

humanos luché con las fieras en Éfeso ¿de qué me sirvió?» (1Cor 15,32). La referencia en 2Cor 1,8-

10, deja suponer que, por poco, escapa de una muerte segura. Quizás en esta ocasión Aquila y Priscila

por salvarme la vida se jugaron la suya (Rom 16,3-4).

Durante los dos años transcurridos en Éfeso, Pablo escribe a los Corintios y a los Gálatas. Mientras

se encuentra en Éfeso, programa ir a Jerusalén y de allí a Roma.

De Éfeso pasa a Macedonia y de aquí, acompañado por muchos amigos, llega a Corinto, donde

transcurre el invierno. Mientras tanto escribe la maravillosa Carta a los Romanos, donde

...

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