El Carolisismo
Enviado por john17 • 12 de Junio de 2013 • 2.255 Palabras (10 Páginas) • 375 Visitas
Introducción:
La Iglesia Católica Romana con sede en Roma, Italia, dispone de una poderosa Ciudad-Estado, el Vaticano. La iglesia Católica Romana apareció de manera no oficial en el 312 d.C., cuando el emperador romano Constantino se “convirtió milagrosamente” al Cristianismo, pero continuó adorando igualmente al dios sol. Aunque el Cristianismo no fue la religión oficial del Imperio Romano hasta los edictos de Teodosio I del 380 y 381 d.C., Constantino, desde el 312 d.C. hasta su muerte en el 337, construiría al mismo tiempo templos paganos e iglesias cristianas, abandonando lentamente el sacerdocio pagano convirtiéndose en obispo de Roma. Sin embargo, la familia de Constantino no abandonaría su último vestigio de paganismo hasta la desintegración del Imperio Romano, que era el cargo que los emperadores ostentaban como líderes del sacerdocio pagano – Pontifex Maximus –, un titulo que los papas heredarían. Los papas también heredaron los títulos que Constantino ostentaba como dirigente civil de la iglesia – Summus Pontifex (Vicario de Cristo y Obispo de Obispos).
Antes de la “conversión” de Constantino, a los cristianos se les perseguía no tanto por profesar su fe en Cristo sino más bien porque en su fe no incluían deidades paganas. Convertido Constantino, quiso hacer atractiva su recién descubierta Cristiandad a los paganos del imperio, y por ello auspició la “Cristianización” de deidades paganas. Así, los rituales e ídolos paganos tomaron significados y nombres cristianos, incorporándolos a la devoción “Cristiana” (los "santos" sustituyeron el culto a los dioses paganos, tanto en la devoción como en el nombre de los pueblos; las estatuillas madre se conviertieron en Maria y Jesús, etc.), y las festividades paganas se transformaron en días santos cristianos (la fiesta de las Lupercales Romana y la fiesta de la purificación de Isis serían la Fiesta de la Natividad, la celebración de las saturnales sería la Navidad y la antigua fiesta de la muerte se sustituiría por el Día de los Difuntos, en honor a los héroes cristianos [hoy Halloween]. Posteriormente, en vez de perseguir a los cristianos por no adorar a deidades paganas, ¡a los que no aceptaban la particular ortodoxia del Emperador se les perseguía en nombre de Cristo!. ¡La Roma “Cristianizada” fue la sucesora legítima de la Roma pagana!. Este es el triste origen de la iglesia Católica Romana, un apaño del paganismo desde sus orígenes, que haría que se transformase en un culto que adora a la criatura (Maria) más que al creador (Jesús).
Cuando con Constantino Roma evolucionó de pagana a cristiana, era necesario encontrar una sustituta para la gran madre del paganismo. No fue hasta la época de Constantino que María se convertiría en una diosa. Siendo Maria la madre de Jesucristo, parecía lo más lógico sustituirla por la diosa madre pagana. Los paganos podían continuar adorandola, pero ahora la llamarían Maria. Adoraban a la madre tanto o más que a su hijo y esto es exactamente lo que hace la iglesia Católica. El Cristianismo verdadero enseña que se ha de venerar a Jesucristo, no a su madre. De hecho Jesús nunca sugirió la idea de la adoración de Maria ni tampoco ninguno de los apóstoles. La adoración de la diosa madre y su hijo ya existía centurias antes de que Jesús naciese, en numerosos lugares de la tierra. En el 431 d.C. el concilio de Efeso insauró la doctrina oficial de devoción a Maria.
Desde el inicio del Imperio Romano, los emperadores romanos (incluyendo a Constantino), ostentaban el cargo de Pontifex Maximus (Sacerdote Supremo) y los paganos los veneraban como a dioses. El emperador Graciano en el 376 d.C. renunció al título de Pontífice Máximo y desde entonces el cargo recayó sobre el obispo de Roma. En adelante, el obispo de Roma sería el Supremo Sacerdote de los paganos y el jefe de la iglesia cristiana; paganismo y cristianismo fluyeron conjuntamente bajo la dirección del Máximo Pontífice, que después se llamaría Papa. La pregunta es, ¿cómo un hombre puede ser Máximo Pontífice, líder de enigmas paganos y al mismo tiempo líder de la iglesia? Aunque la iglesia católica romana sostiene que el primer Papa fue Pedro, sorprende que el propio Pedro nunca lo afirmase. El hecho de que Jesús no instituyó nunca el cargo de Papa en su iglesia durante su ministerio terrenal claramente demuestra que el Papa no es el obispo de obispos ni el sucesor del apóstol Pedro.
Lo que ha perjudicado mucho la figura del Papa es el hecho de que algunos han sido tan depravados que incluso las personas que no profesan ninguna religión se avergüenzan de ellos. Repasando la historia del papado, queda patente que no todos los papas fueron hombres santos. Por citar algunos de sus más flagrantes pecados, encontramos casos de blasfemia, simonía (compra venta del oficio papal), perjurio, asesinato, adulterio, relaciones con vírgenes y monjas, incesto, sodomía, bestialidad, robo, idolatría, magia, infidelidad y otras y aberrantes inmoralidades antinaturales. Diversos historiadores, incluso católicos, dan testimonio de que han existido numerosos papas pecadores. Por esto, si se supone que los son los "representantes de Cristo" aquí en la tierra y por contra llevan una vida inmoral, ¿debemos aceptar sus preceptos cuando ellos viven en pecado? No, sería hipócrita por su parte dictar sentencias y decretos y sin embargo, esto es exactamente lo que han hecho. Jesús nunca dijo: "haz lo que yo digo, no lo que yo hago". Al contrario, Jesucristo llevó una vida santa y debemos seguir su ejemplo. He aquí algunos ejemplos de la depravación de estos hombres:
El Papa Sergio III obtuvo el oficio papal mediante asesinato. Vivió abiertamente con una mujer que le daría varios hijos ilegítimos. Su reinado inició la época conocida como "pornocracia".
El Papa Juan XII fue un hombre inmoral cuyo palacio se asemejaba a un burdel. El obispo de Cremona, Luitprand dijo, "ninguna mujer decente se atrevía a aparecer en público, porque el Papa Juan no respetaba las solteras, ni las casadas ni las viudas, podían estar seguras de que las mancillaría, incluso sobre las tumbas de los santos apóstoles, Pedro y Pablo."
El Papa Bonifacio VIII se mantuvo en su cargo repartiendo profusamente dinero robado. El mismo decía, "disfrutar y acostarse con mujeres o con chicos no es más pecado que frotarse las manos."
Se dice que el Papa Juan XXIII sedujo y violó a más de trescientas monjas. Tenía que tener una fuerte e insaciable libido para mantener un harén de no menos de doscientas chicas. Fue descrito como "el más depravado criminal que nunca se haya sentado en el trono papal". Un informe
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