El Discernimiento Como Acción Constante Para Acercarnos A Dios
Enviado por fsrosero • 11 de Octubre de 2012 • 1.006 Palabras (5 Páginas) • 577 Visitas
El discernimiento como acción constante para acercarnos a Dios
El DISCERNIMIENTO es, según la Real Academia de la Lengua, la acción o efecto de discernir; DISCERNIR, por su parte es “distinguir algo de otra cosa, señalando la diferencia que hay entre ellas”, y añade que “comúnmente se refiere a operaciones del ánimo” . Es justamente esto lo que Ignacio parece “conseguir”, como si coronara una gran montaña, a las orillas del Cardoner.
En un repaso de la vida de Ignacio, en el Diario del Peregrino, se encuentran momentos en los que este ejercicio se da de una forma hermosa y llena de fe.
Sin embargo, me gustaría resaltar, si se quiere, el antes de este momento histórico para la vida de Iñigo-hombre (no santo) y, por lo mismo, para la Compañía de Jesús. ¿Qué sentía Ignacio antes de la “visión” del Cardoner y qué sintió después?, ¿cómo era Iñigo antes y cómo fue después de haber logrado comprender y distinguir, lo que había sido, hasta entonces, su vida?
Por lo que puedo comprender, mientras me adentro en su autobiografía, el proceso para alcanzar el discernimiento no es sencillo y color de rosa. Ignacio pasó por momentos durísimos, tanto físicos como psicológicos que lo llevaron, me atrevo a decir, incluso al borde de la desesperación y la locura. Se trata de un camino que, probablemente, se muestra incierto y sin puntos de referencia, pero que está empedrado de momentos dolorosos y de enfrentamientos con realidades duras. Un camino en el cual el caminante es quien va marcando los hitos. Y, justamente cuando llego a este punto es cuando comprendo, aún más, ese concepto lacaniano (tomado de Freud) del apres-coup, es decir, en breves rasgos, la relación entre un hecho importante, sucedido en el pasado, y su resignificación en el presente. Ignacio lo especifica con estas palabras:
“…y estando ahí sentado se le empezaron a abrir los ojos del entendimiento; y no que viese alguna visión, sino entendiendo y conociendo muchas cosas, tanto de cosas espirituales, como de cosas de la fe y de letras; y esto con una ilustración tan grande, que le parecían todas las cosas nuevas. Y no se puede declarar los particulares que entendió entonces, aunque fueron muchos, sino que recibió una grande claridad en el entendimiento…” .
El discernimiento, entonces, es el momento en que podemos ver las cosas del pasado con ojos nuevos, pero, además, cuando podemos resignificarlas, dándoles otro sentido. Un sentido que permite retomar el camino con nuevos bríos. Para Ignacio, a partir de lo acaecido en Cardoner, el camino –doloroso y arduo- cobra la significación de hacer la voluntad de Dios, intentar parecérsele, obedecerle sin reclamo, con alegría y con la tranquilidad que implica el saber que él mismo no sabe nada y que el que sabe… lo guía.
Desde mi punto de vista, la “visión” en Cardoner
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