El Gran Regalo De La Gracia
Enviado por brasilia • 29 de Septiembre de 2014 • 533 Palabras (3 Páginas) • 213 Visitas
El gran regalo, la gracia
Autor: Ma. Pía Septién
Capítulo 3: Nuestra actitud frente a la gracia
Frente a la gracia debemos tener cinco actitudes:
1) Estimarla:
- como una ayuda de Dios.
- porque nos transforma; si cooperamos.
- porque es el principio para lograr la santificación personal.
- como un regalo que Dios quiere ofrecernos gratuitamente para que alcancemos la vida eterna.
- porque por ella somos parte de la gran familia de Dios.
- porque gracias a ella, toda acción realizada por el hombre, en estado de gracia y siendo una obra que busca el bien, recibe una recompensa sobrenatural.
Sobrenatural: excede los límites de la naturaleza, rompe con las reglas establecidas por la naturaleza por ser de origen divino. Acción que viene de Dios.
2) Conservarla:
- nuestra alma debe ser un campo fértil donde la gracia de Dios pueda actuar y no un terreno lleno de hierbas y piedras donde sea imposible que algo bueno pueda crecer. De nuestro actuar, depende el estado en que Dios encuentre nuestra alma; para ello es necesario que nos desprendamos de nuestro egoísmo, orgullo, comodidad, falta de generosidad y poca capacidad de sacrificio.
- no desalentándonos ante nuestras caídas.
- confiando en la gracia de Dios.
- teniendo bien ubicados: lugares, personas, momentos donde pueda peligrar nuestra vida de gracia y ser rápidos para alejarnos de ellos.
- descubriendo en nuestros éxitos la ayuda de Dios.
- pidiendo a Dios la gracia para resistir las tentaciones para poder cumplir aquello que quiere de nosotros cada momento.
3) Recuperarla:
- rápido para arrepentirnos, rápido para confesarnos y rápido para poner en práctica nuestros esfuerzo para no pecar más (propósito de enmienda).
4) Acrecentarla:
- orar diario: para mantener nuestra alma como un campo fértil donde pueda actuar Dios
ya que la vida de oración:
+ nos predispone para vivir en estado de gracia.
+ nos hace estar unidos a Dios.
+ nos hace valorar lo grande que es el amor de Dios y estimamos Su amistad.
+ nos hace valorar esa unión tan personal con Cristo, no la querremos perder.
- apreciar los sacramentos y recibirlos con frecuencia para recuperar o aumentar en nosotros la gracia.
- realizar obras buenas.
- responder a las gracias que día a día nos da Dios con generosidad, es decir, utilizándolas para el bien de Dios, su Iglesia y nuestros hermanos los hombres.
5) Propagarla:
- enseñar a los demás a valorar la gracia en sus vidas.
- hablar siempre positivamente de ella.
- nunca propiciar que por nuestra culpa caiga alguna persona en pecado.
La gracia santificante es como la perla
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