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El Líderazgo De Nehemías


Enviado por   •  25 de Agosto de 2011  •  2.257 Palabras (10 Páginas)  •  1.589 Visitas

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Introducción

El tercer regreso: Nehemías

El Libro de Nehemías contiene la historia de los judíos que regresaron a Judá después de la cautividad Babilónica. Este alto funcionario en la corte persa de Artajerjes pidió el gobierno de Judá, para poder reconstruir los muros de Jerusalén. Llegó a Judá cerca del 446 a.C., casi 100 años después de que el primer grupo de exiliados había regresado. Nehemías despertó el entusiasmo de los judíos por el proyecto, firmemente resistió la oposición de gentes vecinas, y vio la ciudad santa otra vez rodeada por los muros. Con la ayuda de Esdras, Nehemías también implementó leyes del Antiguo testamento que la comunidad ignoraba.

1. Nehemías oró por el trabajo

Nehemías era un hombre de oración. ¡El libro comienza y acaba con oración! Él oró noche y día, así de agobiado estaba por la ciudad. Nehemías confesó sus pecados y los pecados de su gente (al igual que lo hizo Daniel). Él también le recordó al Señor Sus promesas y entonces se ofreció a ser el siervo de Dios para hacer algo respecto al aprieto de Jerusalén. "¡Aquí estoy yo, Señor, envíame!"

2. Nehemías se prepara para el trabajo

Cuatro meses pasaron en los que Nehemías esperó para acercarse al rey. "El que creyere, no se apresure", dice Is 28:16. Ciertamente, la fe y la paciencia van juntos (Heb. 6:12). Pero Nehemías tuvo en mente un plan, dado a él por El Señor, y sabía precisamente qué a hacer cuando fuera la hora correcta.

3. Nehemías y las ruinas

Le tomó tres meses a Nehemías llegar a la ciudad, y llegó como gobernador, no como un criado. Era un hombre paciente, ya que esperó 3 días antes de tomar cualquier decisión. Los enemigos observaban y Nehemías tuvo que ser sabio y cuidadoso. Más tarde él descubriría que algunos de los nobles de Judá estaban aliados con Tobías, el enemigo de los judíos. De noche investigaba la situación, sin decir nada. Él estaba despierto cuando los otros estaban descansando o dormidos. Él vio más acerca de la situación en la noche, que lo que los otros podían ver a la luz.

Nehemías no creía en un ministerio de un solo hombre; desafió a los líderes del remanente a que trabajasen con él (no para él) en reparar los muros. ¿El motivo? "Que ya no seamos un reproche". Él estaba preocupado por la gloria de Dios así como también por el bien de la nación. Nehemías les mostró la necesidad, perfiló la tarea, y les aseguró la bendición de Dios. Inmediatamente la oposición fue incitada (como siempre sucede), pero Nehemías supo que El dedo de Dios estaba con él y su trabajo.

4. Nehemías prospera en el Trabajo

El trabajo fue organizado y dirigido, con los líderes espirituales tomando la delantera y la gente cooperando. Dios tomó en cuenta a cada trabajador y escribió sus nombres en el libro. Cada uno tuvo un área específica de responsabilidad. Nadie puede hacerlo todo, pero toda persona puede hacer algo. Por supuesto, nunca se tendrá cooperación al cien por ciento; algunos de los nobles se rehusaron a participar.

Qué variedad de trabajadores: sacerdotes, gobernantes, mujeres, artesanos, y aun los judíos de otras ciudades. Algunos estuvieron dispuestos a trabajar extra. Algunos hicieron el trabajo en casa, y ahí es donde el servicio cristiano debe comenzar. Algunos trabajadores fueron los únicos de sus familias, y algunos otros fueron más entusiastas que los demás. Comparando con Esdras 10:31 algunos anteriores desertores tomaron parte en el trabajo.

5. La oposición

Donde quiera que la gente de Dios comience a hacer la obra de Dios, habrá oposición. Un obrero de fe débil abandonará la tarea, pero una persona con resolución y confianza vencerá a la oposición y terminará la tarea. Nehemías fue tal persona.

6. La fuerza

Lo que no puede lograr Satanás con el engaño trata de hacerlo por la fuerza. Sanbalat, Tobías, los árabes, los amonitas y los de Asdod, conjuraron contra los judíos. Es asombroso cómo el diablo no tiene escasez de mano de obra. Pero si Dios está con nosotros, entonces ¿quién puede ir en contra nuestra? ¿Cómo confrontó Nehemías este nuevo ataque? Él oró y puso guardia de día y de noche. Nehemías no dependió solamente de la oración; también actuó, poniendo guardia.

7. El desánimo

La batalla se mueve ahora de afuera de la ciudad al interior. Satanás siguió este mismo método en Hechos 5-6 cuando usó a Ananias y Safira y a las viudas quejosas dentro de la comunión de la iglesia. Él también usó a Judas en las filas interiores de los apóstoles.

Qué desalentados estaban los trabajadores, con todo ese escombro dentro de la ciudad y el peligro acechando fuera. ¿Por qué se quejó la tribu de Judá? Quizá porque estaban en secreto en liga con Sanbalat. Cuando dijeron, "no somos capaces", realmente estaban dándole la razón a los enemigo. El desánimo y quejarse pone obstáculos al trabajo de Dios. Nehemías no puso demasiada atención a sus quejas; él se mantuvo construyendo, observando, y orando.

8. El miedo

El miedo y la fe nunca pueden estar juntos. Había un rumor que el enemigo había difundido en relación a que sus ejércitos pronto invadirían Jerusalén. Los judíos que vivían fuera de la ciudad oyeron ese reporte y se lo llevaron a Nehemías hasta diez veces. ¡Qué persistentes pueden ser los trabajadores de Satanás! Finalmente, Nehemías colocó la guardia en los muros y animó a la gente a que no tuviera miedo. Sin embargo, el trabajo se detuvo exactamente como el enemigo quería. Nehemías vio la locura de este plan, así es que puso nuevamente a los hombres a trabajar, un arma en una mano y una herramienta en la otra. También colocó una guardia especial con trompetas, pero no permitió que el trabajo se detuviera. Estos judíos son ejemplos de como debe ser un trabajador cristiano: Estaban con ánimo de trabajar, tenían un corazón para orar, un ojo para observar y un oído para oír.

9. El egoísmo

Hubo grandes cargas económicas en los judíos, no sólo por el hambre (Hageo 1:7-11), sino también por los impuestos y los tributos. Los judíos estaban siendo robados por su propia gente a través de hipotecas y servidumbre. ¿Cómo actuó Nehemías en esta crisis? Primero, se enojó porque su gente estuviera en tal declinación espiritual que se estuvieran robando el uno al otro. Él no lo vio no como un problema económico, sino como un problema espiritual. Consultó su corazón y ciertamente pidió a Dios sabiduría. Entonces reprendió a la gente, recordándoles acerca de la bondad de Dios para su nación. "Hemos sido dejados en libertad por El Señor, ¿ahora meterá el uno al otro en esclavitud otra vez?" Él apeló

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