El Mayor Regalo De Una Madre
Enviado por Jumilca • 12 de Julio de 2015 • 895 Palabras (4 Páginas) • 209 Visitas
PASAJE CLAVE: 2 Timoteo 1.1-7 | LECTURAS DE APOYO: Deuteronomio 6.1-7 | Salmo 23.6 | Hechos 16.1-2
PRINCIPIOS DE VIDA NOTAS DEL SERMÓN | SLP070513
El mayor regalo deuna madre
INTRODUCCIÓN:
Por su naturaleza, las madres songenerosas.
La gran mayoría están dedicadas a servir a susesposos, a sus hijos y a muchos otros generosa ydesinteresadamente. Es interesante considerarla mayor contribución que una madre piadosahace a la vida de un hijo suyo. Cuando Pabloescribió a Timoteo, comentó: “Trayendo a lamemoria la fe no fingida que hay en ti, lacual habitó primero en tu abuela Loida, y entu madre Eunice, y estoy seguro que en titambién” (2 Ti 1.5). Ambas legaron su fe de talmanera que influyera poderosamente en la viday ministerio de aquel joven (Hch 16.1-2).
Este es el mayor regalo que una madre o unpadre puedan entregar a un hijo. Como adultos,todos tenemos el enorme privilegio de sermodelos de un estilo de vida fiel y semejanteal de Cristo. Enseñar a nuestros hijos a amary servir a Dios no solo transformará sus vidas,sino que las cambiará por toda la eternidad.
DESAROLLO DEL SERMÓN:
¿Vale la pena legar nuestra fe?
¿Cómo clasificaríamos nuestra fe? ¿Es débil yfácilmente sacudida, o es la confianza firme einalterable en el amor y el poder de Dios? Aunqueno lo percibamos, la profundidad de nuestra feimpactará fuertemente la vida denuestros hijos. Gracias a nuestro estilo de vidapodremos enseñarles a confiar en Dios o arechazarlo. A su vez, ellos necesitan un ejemploviviente y constante al cual acogerse al confrontarun mundo que en general se opone a Dioscategóricamente. Nuestra responsabilidad comopadres consiste en legar nuestra fe y ser elmodelo fiel de una vida íntegra.
Enseñémosles principios bíblicos
Si deseamos que nuestros hijos sobrevivan en elmundo, primero debemos enseñarles principiosbíblicos. El hecho de conocer la Palabra deDios les ayudará a edificar sobre una basefirme para su fe. Si nuestros hijos conocen laverdad, podrán detectar los engaños del malignoy resistirlos. Nosotros no siempre podremosprotegerlos, pero si conocen la Biblia, seránguiados por “sendas de justicia” (Sal 23.3) y asíactuarán si otros tratan de inducirlos a ir por elmal camino.
Pongámosles el ejemplo
Debemos practicar lo que predicamos. Nuestroestilo de vida será el ejemplo más elocuente yconvincente para nuestros hijos no solo de losprincipios a los que deban acogerse, sino de cómolos implementa el creyente fiel. Si demostramoslo que implica obedecer y confiar en Dios, elloscrecerán sabiendo relacionarse con Él. Nuestroshijos aprenden más de lo que nosotros hacemosque de lo que les decimos, por lo que nosotrosdebemos seguir las mismas normas morales queesperamos que ellos adopten, pues si rechazamoslas verdades bíblicas en nuestra vida cotidianae intentamos educar a hijos piadosos, ellosimitarán nuestra hipocresía como la conductamás natural.
Seamos persistentes
Los principios que les enseñemos solo podránsurtir efecto si nosotros persistimos enobedecerlos. La verdad de Dios llega a ser parteintegrante
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