El Punto De Vista bíblico Por Qué Debemos Evitar El Espiritismo
Enviado por xmenevil • 6 de Marzo de 2013 • 866 Palabras (4 Páginas) • 528 Visitas
EN UN país asiático, una multitud frenética celebra una fiesta en honor de los espíritus. El acto llega a su punto culminante cuando se elige a dos mujeres para la ceremonia de posesión por los espíritus. Poniendo los ojos en blanco, las mujeres comienzan a temblar de pies a cabeza como si recibieran una descarga eléctrica.
En Puerto Rico, un santero celebra una sesión espiritista para invocar a Changó, el dios del trueno. Como si estuvieran poseídos, los asistentes tiemblan mientras el médium describe sus visiones.
En multitud de países son muy populares las ciencias ocultas, y el número de quienes se sienten atraídos por lo sobrenatural no para de aumentar. Hoy más que nunca, los libros, los juegos, los programas televisivos y las películas que tratan de demonios, brujería y fenómenos paranormales gozan de una amplia difusión.
Ahora bien, la Biblia enseña que el ocultismo en cualquiera de sus manifestaciones es realmente espiritismo. El espiritismo no es un juego inocente ni inofensivo, ni consiste simplemente en explorar lo desconocido. Implica ponerse en comunicación con los demonios, ángeles maléficos que se rebelaron contra Dios (Revelación [Apocalipsis] 12:9, 12).
En realidad, el espiritismo es para los demonios lo que el cebo para los pescadores. Así como el pescador se sirve de diversos cebos para capturar diferentes tipos de peces, así también los demonios recurren a las diversas formas de espiritismo para someter bajo su influencia a todo tipo de personas. El jefe de los demonios, a quien se llama “el dios de este sistema de cosas” malvado, ciega el entendimiento de los incrédulos para que no perciban la verdad de la Palabra y el propósito de Dios (2 Corintios 4:4).
Adónde conduce
El objetivo de los espíritus malignos es, simple y llanamente, distraer y engañar a las personas para que no cultiven una relación personal con el Creador. Utilizan su influencia para hacer que, de manera consciente o inconsciente, desobedezcan las justas leyes de Dios. El espiritismo, por lo tanto, conduce a la desaprobación divina, a la desesperanza y, finalmente, a la destrucción (Revelación 21:8).
Luis, de Puerto Rico, relata: “En mi casa se practicaba el espiritismo desde que yo era niño; era parte de la religión y el modo de vida de la familia. Yo creía que la facultad que poseía de adivinar el futuro y echar las cartas del tarot era algo natural. A menudo podía predecir los números ganadores de la lotería, y así ayudaba a otros a conseguir dinero. Pero esos supuestos dones no eran más que una distracción para que no adquiriera conocimiento de la Biblia y entablara una relación con Dios” (Juan 17:3).
Muchos creen que adentrarse en el mundo de los espíritus no es perjudicial, que es incluso beneficioso. Quizás argumenten que hay espíritus buenos, o que el espiritismo es una manera de obtener iluminación, riquezas o felicidad. Nada
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