El Sacramento De La Confirmación

SACRAMENTO DE LA CONFIRMACIÓN

Los Sacramentos son signos sensibles instituidos por Jesucristo y administrados por la Iglesia que robustecen nuestra fe, causan la gracia en el alma y son medios para rendir culto a Dios.

La Confirmación es uno de los tres Sacramentos de iniciación cristiana. Por el Bautismo nacemos a una nueva vida: la Vida en Gracia, la Vida de hijos de Dios. Por eso decimos que el Bautismo es como un re-nacimiento. Y como todo lo que nace y tiene vida, está llamado a crecer, a desarrollarse, a madurar. Este crecimiento se produce en nuestra alma por medio del sacramento de la Confirmación, que nos da la plenitud del Espíritu Santo, confirma y refuerza la Gracia recibida en el Bautismo.

Jesús había prometido enviar al Espíritu Santo para fortalecer la fe de los Apóstoles. Esa promesa fue cumplida el día de Pentecostés:

“Cuando llegó la fiesta de Pentecostés, todos los creyentes se encontraban reunidos en un mismo lugar. De pronto, un gran ruido que venía del cielo, como de un viento fuerte, resonó en toda la casa donde estaban. Y se les aparecieron lenguas como de fuego, repartidas sobre cada uno de ellos. Todos quedaron llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas según el Espíritu les daba que hablasen”.

(Hc 2, 1-4)

El Espíritu Santo transformó definitivamente a los Apóstoles, fortaleciéndoles la fe y grabando en sus almas el carácter imborrable de testigos de Jesús. A partir de ese día, los Apóstoles comenzaron a bautizar y a administrar el Sacramento de la Confirmación.

“Cuando los apóstoles que estaban en Jerusalén oyeron que Samaria había recibido la palabra de Dios, les enviaron a Pedro y a Juan, quienes descendieron y oraron por ellos para que recibieran el Espíritu Santo, pues todavía no había descendido sobre ninguno de ellos, sólo habían sido bautizados en el nombre del Señor Jesús. Entonces les imponían las manos, y recibían el Espíritu Santo”.

(Hc 8, 14-17)

Signo sensible

Los Apóstoles administraban la Confirmación con el simple signo de la imposición de las manos, acompañado por la oración que es la forma (palabra) de este Sacramento. En la actualidad se mantiene este signo, pero se lo ha enriquecido y complementado con otros que refuerzan aún más su significado. Hoy la ceremonia de la confirmación consta de tres partes:

Profesión de fe y renuncia al pecado.

Imposición de las manos del ministro sobre los confirmados, invocando al Espíritu Santo.

Crismación: el ministro unge con el Santo Crisma la frente del confirmado y pronuncia las palabras que son forma del Sacramento.

Materia

La imposición de las manos: símbolo de transmisión de una fuerza de una persona a otra.

El Santo Crisma: es una mezcla de óleo y bálsamo, consagrado por el Obispo el jueves santo en la misa Crismal. El óleo significa que el cristiano que se confirma se prepara mejor para luchar contra las tentaciones y el bálsamo

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