El Sermón De La Montaña
Enviado por ale_agve • 5 de Febrero de 2015 • 704 Palabras (3 Páginas) • 287 Visitas
El Sermón de la Montaña
En esta ocasión una gran multitud seguía a Jesús mientras que el estaba dando un recorrido por toda Galilea enseñando, sanando y liberando a las personas de los demonios que los consumían. Un día aprovecho la oportunidad para predicar a todas las personas que lo estaban siguiendo y decidió subir a lo alto de una montaña donde todos podían escucharlo, ahí dio uno de los discursos más conmovedores, el cual inspiro a muchas personas, entre estas, sabios, ricos, científicos y personas normales. A este discurso se le llamo el Sermón de la Montaña, donde Jesús nos enseño a la humanidad las bienaventuranzas, que podrían ser tomadas como promesas llenas del amor de Dios, las cuales llenan de esperanza a aquellos que sufren o que están mal informados de lo que los puede conducir hacia la felicidad y nos dice que la única manera de alcanzarla es el amar y ser amados. Las bienaventuranzas nos dicen quienes se deben de sentir bienaventurados o felices, porque aquí es cuando te das cuenta de que cualquier cosa mala o sentimiento malo que tengas va a cambiar con el tiempo y se va a poder llegar a una felicidad más completa que la que se tenía antes de pasar por ese problema, es por eso que se dice que los problemas están hechos para resolverse.
Descubrirlas nos enriquece porque podemos conocer un cachito del amor que Dios les tiene a los hombres y de su compasión hacia los que sufren o se sienten de alguna manera triste, es un consuelo saber que no estamos solos, que Dios siempre está con nosotros cuidándonos y ayudándonos a sobresalir con nuestros problemas sacando lo mejor de ellos, así que hay que sentirnos felices si sufrimos, es una ventaja que tenemos los creyentes que tomamos el sufrimiento con el mejor positivismo posible porque sabemos por nuestra fe que Dios no nos va a defraudar y que al final vamos a ser recompensados.
Por ejemplo:
Bienaventurados los pobres, porque de ellos es el Reino de Dios.
El pobre para Jesús, no es el que no tiene cosas, sino más bien aquél que no tiene su corazón puesto en las cosas materiales.
Bienaventurados los que lloran, porque ellos serán consolados. Jesús nos dice que el que lleva de manera correcta el sufrimiento y lo unes con Cristo estas ayudando a tu propia salvación y probablemente a la de otros hombres.
Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados. Dios sabe que en el mundo hay muchas personas que comenten injusticias al prójimo pero el nos dice en otras palabras que no nos preocupemos por las injusticias que sufrimos en esta vida que seremos recompensados en el reino de los cielos.
Para mí las bienaventuranzas son aquellas promesas que Jesucristo
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