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¿El cerebro humano crea las virtudes?


Enviado por   •  12 de Septiembre de 2016  •  Ensayo  •  1.144 Palabras (5 Páginas)  •  258 Visitas

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Colegio “San Felipe de Jesús”

¿El cerebro humano crea las virtudes?

Teología IV

Docente: Miguel Ángel Pérez Quijano

Alumno: Axel Francisco Leon Paloma

4to Semestre

02/05/2016


INTRODUCCIÓN

La cuestión que genera el cerebro, como órgano vital, con respecto a la vida integral de la persona, es un tema ampliamente debatido, ya que la ciencia muchas veces no reconoce el carácter espiritual del hombre, y es así que reduce al hombre como ser meramente material y por consecuente lo encierra en un plano de existencial sin sentido.

Por esto y más, es importante hacer que la ciencia se abra a la esperanza de Cristo, que se haga partidario de la lucha que hoy en día se vive:

  • Del sentido de Cristo (Logos) contra el sinsentido del mundo.
  • De la resurrección de los muertos contra la corrupción eterna.
  • Del amor absoluto contra el amor resignado.

Las armas para esta lucha son las virtudes, que son predisposiciones habituales del hombre tendiendo siempre hacia la verdad, de las cuales ahora cuestionamos su origen, a partir de dos tesis, como lo son el hecho de que estas puedan ser más que una simple predisposición del cerebro a nivel neurológico, o que estas tengan fundamento en la existencia de un Ser Absoluto (Dios).

Esto no debe de ser motivo de riña entre las ciencias exactas y la fe, por el contrario, debe convertirse en origen de una sana discusión, que no veo por intereses particulares, sino que busque la Verdad. Ya antes, se había pronunciado con respecto a esto San Juan Pablo II cuando decía por medio de la encíclica Fides et Ratio, que:

“La fe y la razón (Fides et ratio) son como las dos alas con las cuales el espíritu humano se eleva hacia la contemplación de la verdad.”

Es decir, que ninguna de estas alas ha de estar en conflicto una con otra, reconociendo los límites de la razón natural y la veracidad de la fe, como misterio revelado que ha de ser interpretado en el Espíritu Santo.

Es así, que en la cuestión sobre si ¿El cerebro humano crea las virtudes? es de suma importancia reconocer al hombre como ser llamado a la trascendencia (vida eterna), más allá de este plano meramente material, teniendo en cuenta que esa vida comienza a formarse en este plano, por lo cual todo acto tiene un valor de igual modo trascendente. A partir de esto es que surgen puntos de referencia entre ambas partes (Fe y Razón), como lo son la bioética, que sin duda alguna es un punto a tomar muy en cuenta en razón de la dignidad del hombre.

Es por esto, que más que un conflicto, se busca a partir de este artículo un punto de referencia conciliador, a partir de un debate racional, más que visceral.

DESARROLLO

Alrededor del tema de la virtud han surgido sin fin de tesis con fuertes bases, desde filósofos griegos hasta científicos y teólogos actuales; esta situación ha dado suficiente material a evaluar por las ciencias sociales, en especial por la teología, pues esta reconoce en la virtud un acto humano sostenido por la gracia de Dios, siendo así que habla de virtudes teologales, infundidas por Dios por el Espíritu Santo, y cardinales, alrededor de las cuales gira el actuar humano.

En repetidas ocasiones la ciencia ha propuesto que todo el actuar humano, todo lo ético o moral que puede albergar el hombre en sí, se debe simplemente al funcionamiento de cerebro, el cual por medio de estímulos y procesos neuronales nos hace sentir, pensar, reflexionar; de este modo se caería en el error del relativismo, una verdad relativa que no nos llevaría a ninguna otra cosa que no fuera a lo absurdo. Un relativismo en el que la ética tú la creas según tus intereses y tu condición, en el que la felicidad la puedes encontrar en la espiritualidad o en la satisfacción de tus placeres, buscando simplemente que tu cerebro libere dopamina, adrenalina y demás sustancias químicas, es decir, buscando un felicidad ficticia, irreal.

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