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El concepto de la Ciudad en la Biblia


Enviado por   •  15 de Diciembre de 2019  •  Apuntes  •  3.429 Palabras (14 Páginas)  •  270 Visitas

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Unidad 1

Lectura de la UNIDAD 1

El concepto de la Ciudad en la Biblia

Ray Miller

Introducción

Las ciudades bíblicas fueron mucho más pequeñas que las ciudades de hoy, más parecidas a aldeas amuralladas. Sin embargo, hay muchas cosas en común y los asuntos y problemas que nos demuestra son muy similares de forma, aunque diferentes en escala. Nínive en los tiempos de Jonás alcanzó 120,000 personas, Babilonia posiblemente pasó a los 200,000. Roma en los tiempos de Pablo  fue la única ciudad de pasar un millón de habitantes[1], Alejandría en Egipto, Antioquía en Siria, Éfeso en la provincia de Asia y Corinto tenían unos 400,000 o más en estas fechas.[2] 

Había las mismas características que las ciudades modernas. Hay mucho más contacto interpersonal que en el campo rural, pero más superficial y de forma transitoria. Muchas veces la biblia habla mal de las ciudades. Sus orígenes (véase Génesis 4: 1-17) en el pecado, rebelión y la violencia y así han continuado hasta la fecha. Eran concentraciones de poder, opresión, corrupción e idolatría.

Son expresiones humanas y llevan las semillas de la caída y rebelión del hombre. Por esto, tal como los hombres, Dios le tiene una reacción de misericordia, compasión y amor.

Entonces la Biblia empieza en Génesis con una pareja en un huerto llamado Edén pero termina en Apocalipsis 21 en una ciudad, con una cantidad sin número de cada tribu y lengua adorando alrededor del trono de Dios en su nueva Jerusalén. Empezamos en una situación rural pero nuestro destino es urbano, en la ciudad de Dios.

  1. El carácter de la ciudad en la Biblia

1.1 La violencia:

Tal como hemos visto, la formación de las primeras ciudades fue en una situación de rebelión, pecado y violencia, han continuado así hasta la modernidad. Es un tema recurrente en la Biblia, La violencia de Lamech en Génesis 4 es asociado con la ciudad de Enoc, mientras lo de Nimrod de Babilonia y las ciudades de su hegemonía. En su descripción del fin de Babilonia el profeta Nahúm utiliza palabras gráficas:

“¡Ay de la ciudad sedienta de sangre, repleta de mentira, insaciable en su rapiña, aferrada a la presa! Se oye el chasquido de los látigos, el estrépito de las ruedas, el galopar de los caballos, el chirrido de los carros, la carga de la caballería, el fulgor de las espadas, el centellar de las lanzas, la multitud de muertos, los cuerpos amontonados, los cadáveres por doquier.” Nahum 3:1-3

El Profeta Miqueas, compañero de Isaías, profetizó la caída de Jerusalén por causa de su corrupción y su violencia contra el pueblo:

“Escuchen esto ustedes, gobernantes del pueblo de Jacob y autoridades del reino de Israel, que abominan la justicia y tuercen el derecho, que edifican a Sión con sangre y a Jerusalén con injusticia.” Miqueas 3:9-10.

La violencia en todas sus formas, injusticia, opresión, represión de parte de sus líderes es una de las características de la ciudad a lo largo de los siglos.

        1.2 La idolatría:

Una segunda característica que defina las ciudades de la Biblia es que son centros de idolatría.[3] Son ciudades dados a la veneración  de dioses foráneos. La historia de Babel en Génesis 10 gira alrededor de construir una ciudad centrada en su religión y para evitar ser dispersado por la tierra. Su Torre es aspecto de su rebelión y pecado. Es el centro de su religión que ellos mismos habían fabricado. Iba a ser una sola cultura, pero una cultura en oposición al creador y su mandato de llenar a la tierra. (Génesis 1:28).

Salomón dedicó el templo en Jerusalén a Jehová, pero construyó otras ciudades nombrados por dioses páganos como Balat en 1 Reyes 9:18. En el reinado de Israel, el Rey Omri construyó la ciudad Samaria como su capital y centro del culto a Ba-al. El acuerdo de comercio entre Israel y Et-Baal, Rey de Sidonia de los fenicios, es pactado con el matrimonio de su hijo Acab y la hija de Et-Baal Jezabel, 1 Reyes 16: 30-33. Ellos erigieron un altar a Ba-al y otra a su consorte Asera, y así promovieron un culto de fertilidad, que implicaba la prostitución religiosa de todas las mujeres de cierta edad por una parte del año. Mientras tanto, el culto a Jehová es centrado en la ciudad de Jezrel.

El enfoque de la idolatría es prominente en el imperio multi-cultural y multi religiosa de los romanos en el tiempo de Pablo. Corinto tuvo por lo menos 12 templos incluyendo uno a Afrodita la diosa del amor.[4]

        1.3 Corrupción y la injusticia:

La Corrupción y la injusticia es otra marca de la ciudad en la Biblia. Es tema continuo de los profetas en contra del santuario en Jerusalén y los Reyes, gobernadores y líderes en la ciudades. Isaías fue miembro de la aristocracia y probablemente de la familia real. Hay sugerencias que el rey Uzías fuera su tío. Llegó a ser consejero de varios reyes y actuaban como Canciller. Fue miembro de la elite de Jerusalén y observó el comportamiento de su clase. Su ministerio y realmente el libro empieza con capítulo 6 con su encuentro con la Shekina gloria de Dios en el Templo. Capítulo uno es otro momento, otra situación de la vida del pueblo de Judá. Es el momento en que el Rey Ezequías en el año 14 de su reinado es sitiado por los ejércitos del Emperador Senaquerib (2 Reyes 18 a 19). A pesar de la explicación de su situación por Isaías, en Isaías capítulo uno, él anima al  rey y el pueblo de entregar su confianza en Jehová y no rendirse a los Asirios. Su análisis en capítulo uno es muy claro, su situación real es la siguiente:

  • V 7 las ciudades del resto del reinado habían sido capturados
  • V 8 “La bella Sion ha quedado…. Como ciudad sitiada”

La situación física del país es reflejado por su situación espiritual:

  •  V6  “Desde la planta del pie hasta la coronilla no les queda nada sano.”
  • V4 ¡“Ay nación pecadora, pueblo cargado de culpa, generación de malhechores, hijos corruptos! ¡han abandonado al Señor! ¡Han despreciado al Santo de Israel! ¡Se han vuelto atrás!

Dios rechaza su religiosidad y sus sacrificios por causa de su corrupción e injusticia. Vienen las palabras más terribles para este pueblo nominal y apóstata:

“¿Por qué vienen a presentarse ante mí? ¿Quién les mandó traer animales  para que pisotearon mis atrios? Isaías 1:12

La opción del arrepentimiento Isaías 1: 17 – 20 actuando en justicia, abogando por el huérfano y defiendo a la viuda. Pero Dios pregunta a si mismo sobre Jerusalén:

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