El cristianismo ante el riesgo de la interpretación
Enviado por Luis Fernando Murillo Bustos • 12 de Febrero de 2023 • Ensayo • 1.603 Palabras (7 Páginas) • 52 Visitas
Fundación Universitaria Unimonserrate
Seminario de Teología y Hermenéutica
Luis Fernando Murillo Bustos
12/08/21
El cristianismo ante el riesgo de la interpretación
Claude Geffré
Claude Geffré nació el 23 de enero de 1926 en Niort, al oeste de Francia. Fue un teólogo católico francés, se convirtió en profesor de teología fundamental en el Institut Catholique de Paris en 1965, fue director de la École Biblique de Jerusalén de 1996 a 1999. Geffré fue uno de los teólogos dominicos más importantes que participó de manera activa en la renovación del pensamiento católico después del Concilio Vaticano II, identificado con dos ejes mayores en teología: el giro hermenéutico y el pluralismo religioso, Geffré dio un giro a sus reflexiones al introducir la hermenéutica y considerar la imposibilidad del teólogo de concentrar sus trabajos en la defensa de los dogmas. Murió el 9 de febrero de 2017 en Paría, a la edad de 91 años.[1]
Introducción
El teólogo no solo se encarga de ser un apologeta, trata siempre de manifestar el sentido del misterio cristiano para la inteligencia y la práctica, la teología fundamental se distancia en gran medida de la apologética, en tanto que la primera es para el autor “hermenéutica de la palabra de Dios y de la existencia humana”. El riesgo de la interpretación será siempre el riesgo de la deformación, de la distorsión e incluso el error, pero en el caso del cristianismo es también el hermoso riesgo de la fe. La teología es una labor totalmente hermenéutica, ello no significa solo reinterpretar la S.E. se debe tomar en serio la hermenéutica como una dimensión intrínseca del conocimiento en cuanto moderno. Todo acto de conocimiento es un acto de interpretación, lo sabemos por el método analítico y la crítica de las ideologías. La tarea actual de la teología es ser una correlación crítica y mutua entre la interpretación de la tradición cristiana y la interpretación de nuestra experiencia humana contemporánea. El proceso de la interpretación mutua conduce al riesgo de una interpretación creadora, que surge de la reanudación, sin repetición del mensaje cristiano. Solo se reconoce el carácter creador de la interpretación desechando el sentido de la ilusión detrás del texto, el sentido se busca “hacia adelante”, a fin de unir el horizonte del texto con el propio. La interacción del texto nos remite a la imagen de hermenéutica clásica en Gadamer, la conversación, esta hermenéutica ideal debe ser sustituida por la hermenéutica de la sospecha que indague críticamente sobre los presupuestos de nuestra precomprensión. La hermenéutica teológica en su relectura de los textos del pasado no puede ignorar la ascesis de la lucidez a que nos invitan las teorías críticas modernas. Realizar una interpretación creadora nos expone al riesgo de la arbitrariedad, así como la obsesión por la lucidez al reduccionismo.
Del saber a la interpretación
El paso de la teología como saber constituido a la teología como interpretación plural, lo que en otras palabras puede ser considerado como el paso de la dogmática a la hermenéutica. Para comprender este movimiento el autor evoca la profundización en la idea de revelación, en tres observaciones: a. La palabra de Dios no se identifica ni con la letra de la escritura ni con la letra de los enunciados dogmáticos; b. la revelación no es la comunicación desde lo alto de un saber, designa la acción de Dios en la historia y la experiencia creyente del pueblo, que es una experiencia interpretativa de la acción de Dios; c. La revelación no alcanza su plenitud, su sentido y actualidad más que en la fe que la acoge. La teología es siempre una empresa hermenéutica, en tanto interpretación de la significación actual del acontecimiento Cristo a partir de los lenguajes de fe que él ha suscitado, ella como hermenéutica ha de tomar en serio la historicidad de toda verdad, y la historicidad del hombre como sujeto que la interpreta.
Rechazo al saber histórico
El método histórico impactó la teología, hay una fosa entre dogma e historia. Entre la verdad de los exegetas y la verdad de los teólogos. Los exegetas afirman que la verdad del cristianismo se encuentra contenida en un texto, la Biblia, lo que hace que pierda fuerza el cuestionamiento teológico. Desde Dilthey la filosofía hermenéutica pone en tela de juicio las pretensiones del saber histórico en el sentido del positivismo. Desde Barth la teología es una hermenéutica que busca que la palabra de Dios hable a nuestro tiempo. Bultman por su parte reacciona también contra el positivismo de la historia que busca llegar por la ciencia, de manera exacta, al pasado. Solo el conocimiento existencial o interpretativo es el único conocimiento histórico auténtico. Sin embargo, ello es presa de Kant que separa el orden de los hechos del orden del sentido o del valor. La teología protestante llega a la distinción entre exegeta-historiador (busca el sentido del acontecimiento a partir del contexto histórico) y el hermeneuta-teólogo (intenta actualizar el sentido del acontecimiento pasado para el hombre de hoy).
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