En los tiempos de Jesús

En los tiempos de Jesús..

“Jesús nació cuando Roma dominaba sin oposición el Mediterráneo oriental.”^[1] Siendo Augusto su emperador y Herodes el Rey de Judea, Samaría, Idumea, Galilea y Perea.

Tal y como sugieren los nombres Jesús de Nazaret y Jesús el nazareno, él crió en Nazaret, una pequeña aldea agrícola del sur de Galilea; ésta en los tiempos de Jesús era gobernada por Antipas, uno de los hijos del Rey Herodes.  

Durante este tiempo, Antipas, en general tuvo un buen mandato, largo y pacífico, cooperando con Roma, pagando tributos, procurando mantener las instituciones de los pueblos y aldeas puramente judías, recaudando impuestos no exorbitantes, desarrollando varios grande proyectos  de construcción, los cuales contribuyeron a que el desempleo no fuera un problema.^[2]

Con esto, podemos deducir, que en cuanto al ambiente socio-político en los años en los que Jesús crecía, era tranquilo y estable. Por lo que también se puede decir que su niñez no se vio afectada por guerras ni problemas con soldados romanos.

Por otro lado, el papel de la mujer en Israel del siglo I, fue muy importante, pero lastimosamente muy poco valorado, ya que en ésta época y por muchos años siguientes, se tuvo la idea de que la mujer era un ser inferior y peor al varón en todo sentido.^[3]  La mujer debía ser muy prudente con sus palabras y con su honor, ya que si actuaba “incorrectamente”, toda su familia se veía en la deshonra.  Las mujeres siempre eran consideradas como una propiedad, ya sea del padre, o de su marido; lamentablemente no tenía derechos y tampoco podía heredar ningún bien, solo en contados casos, como cuando quedaban viudas.  La mujer tampoco tenía derecho a escoger a su pareja, ya que era impuesta por la familia, en un acuerdo entre familias, casi como una venta, con un contrato matrimonial; “Normalmente cuando la joven aún no había cumplido los doce años y medio”^[4].

Lamentablemente el valor de la mujer estaba ligado a su capacidad de tener hijos, pero a pesar de esto, “como norma general (...), la mujer era bien tratada por el marido y reverenciada por los hijos.”^[5] 

En las narraciones de los evangelios, no hay evidencia de que Jesús hiciera alguna declaración denigratoria sobre las mujeres, por el contrario, Jesús aceptó a mujeres en su círculo de discípulos (Lucas 8:1-3). “ El evangelio de hoy continúa el episodio de ayer, que hablaba de la actitud sorprendente de Jesús para con las mujeres, cuando defendió a una mujer, conocida en la ciudad como pecadora (María Magdalena) , contra las críticas de un fariseo. Ahora, en el comienzo del capítulo VIII, Lucas describe como Jesús iba por los poblados y por las ciudades de Galilea, y la novedad es que iba acompañado no sólo por los discípulos, sino que también por las discípulas.”^[6]

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