Enseñanza Génesis 4:1-10
Enviado por • 26 de Mayo de 2013 • Tutorial • 1.666 Palabras (7 Páginas) • 279 Visitas
Enseñanza Génesis 4:1-10
1El hombre se unió con su esposa Eva. Ella quedó embarazada y dio a luz a su hijo Caín, y dijo: "Ya tengo un hijo varón. El Señor me lo ha dado."2 Después dio a luz a Abel, hermano de Caín. Abel se dedicó a criar ovejas, y Caín se dedicó a cultivar la tierra.
Abel en el hebreo quiere decir efímero, vacío, hueco, pero nótese que de Abel fue que Dios recibió la ofrenda. Del que no se esperaba nada Dios aceptó la ofrenda. Además, nos hablan de unos oficios: Abel como pastor de ovejas (que en la Biblia se refería al oficio que se ponía a los que no eran importantes en la casa, pero en esa humildad es que Dios se glorifica) y Caín como agricultor.
3 Pasó el tiempo, y un día Caín llevó al Señor una ofrenda del producto de su cosecha. 4 También Abel llevó al Señor las primeras y mejores crías de sus ovejas. El Señor miró con agrado a Abel y a su ofrenda, 5 pero no miró así a Caín ni a su ofrenda,
En Levítico 1 hablan de las ofrendas que correspondían a los hombres con el oficio de Abel y en Levítico 2 hablan de las ofrendas correspondientes al oficio de Caín, esto es importante porque nos dice que las dos ofrendas estaban estipuladas en la ley, así que ninguna era mejor que la otra. Pero ¿qué pasó entonces?
Imaginémonos a un comprador que va a varios almacenes a mirar zapatos y finalmente se decide a comprar en el tercer almacén al que entró, pero entonces el del almacén se enoja, pensando que no es justo porque este comprador le hizo sacar todos los zapatos para nada; sin embargo, el comprador es libre y soberano de hacer lo que quiera con su dinero. Así mismo hizo Dios con la ofrenda, simplemente escogió la de Abel porque quiso, el problema fue la actitud que Caín asumió.
por lo que Caín se enojó muchísimo y puso muy mala cara. 6 Entonces el Señor le dijo: "¿Por qué te enojas y pones tan mala cara? 7
Cuando a Caín lo rechazaron se enfureció, no le gustó para nada, pensó que eso no era justo y sintió envidia. ¿Pero acaso Dios no es libre y soberano de hacer y escoger lo que quiera? Así nos pasa a nosotros que creemos que siempre tenemos la razón, que debemos estar en primer lugar, que nos tienen que aceptar con todo lo que somos (nos da el síndrome de Caín) y eso no es así, la verdad es que no somos mejores que nadie y mucho menos tenemos derecho a juzgarle o a decirle que debe o no hacer. Cuando yo me enojo porque no aceptan lo que yo digo lo que hago es esclavizar al otro, manipularlo, cuando el otro no hace lo que yo quiero y me enojo, lo que hago es atropellarlo en su libertad, en sus derechos. Eso fue lo que hizo Caín, quiso manipular a Dios y como no lo logró pues se enojó y ¿eso no es lo que hacemos con otros en tantas ocasiones? ESO NO SE HACE. Lo primero que debemos hacer es aceptar que no siempre somos los primeros, que no siempre tenemos la razón, que no siempre lo que pensamos es lo correcto y más bien, decidir aprender a entender a los demás como ellos me entienden a mí.
Si hicieras lo bueno, podrías levantar la cara; pero como no lo haces, el pecado está esperando el momento de dominarte. Sin embargo, tú puedes dominarlo a él."
Cuando entendemos esto, el buen Dios nos habla con amor y nos dice que así es nuestra naturaleza humana pero que debemos tener en cuenta unos puntos muy importantes. En primer lugar, nos dice: SI HICIERAS LO BUENO, es decir, si entendieras y respetaras que el otro es diferente a ti y es libre para decidir, entonces no te enojarías, nos pide que aprendamos del mismo Jesús que es MANSO y HUMILDE DE CORAZÓN, pues a los orgullosos y soberbios el Señor los desecha. Después nos dice que si hiciéramos esto entonces PODRÍAS LEVANTAR LA CARA, es decir, viviríamos tranquilos y no existiría la envidia ni la soberbia en nuestro corazón. Pero nos advierte algo PERO COMO NO LO HACES, EL PECADO ESTÁ ESPERANDO EL MOMENTO DE DOMINARTE, pues cuando dejamos que todos esos sentimientos entren en nuestro corazón esto nos amarga la vida. Finalmente, Dios nos habla de que respeta nuestro libre albedrío pues nos anima diciéndonos TU PUEDES DOMINARLO A ÉL, y así es, Él nos facultó para que podamos escoger hacer lo bueno. ESTA ES LA TERAPIA DEL BUEN DIOS PARA NOSOTROS.
8 Un día, Caín invitó a su hermano Abel a dar un paseo, y cuando los dos estaban ya en el campo, Caín atacó a su hermano Abel y lo mató.
Sin embargo, Caín decidió hacer lo malo, dio rienda suelta a su enojo y eliminó a Abel a quien percibía como obstáculo para que Dios le aceptara su ofrenda.
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