Entendiendo El Proposito Y El Poder De La Oracion
Enviado por tellez95 • 18 de Agosto de 2013 • Resumen • 1.908 Palabras (8 Páginas) • 351 Visitas
RESUMEN
LIBRO: ENTENDIENDO EL PROPOSITO Y EL PODER DE LA ORACION.
La oración puede ser designada como el primer producto global de la religión. No importa cuán diversas puedan ser las religiones del mundo, la oración es un ritual y práctica común que todos adoptan. En otras palabras se podría considerar que la oración es el neutralizador de la religión.
Primero que todo, para entender el propósito de la oración, es necesario entender la mente y el propósito del Creador mismo. La oración es un resultado de la estructura de la autoridad entre el cielo y la tierra, como también es un producto de la fidelidad de Dios a Su Palabra. Ahora bien, algunas personas se han de haber preguntado alguna vez en su vida ¿Cómo surgió la oración? La oración surgió de los arreglos que hizo Dios para la asignación del hombre en la tierra; esto se dio cuando el Credo habló dos palabras durante el proceso de la creación: "y señoree". Con estas palabras, el Creador definió los límites de Su derecho para legalmente influenciar e interferir en el reino terrenal. Esto se basa en el principio de la integridad y el compromiso de Dios para con Su Palabra. Existen ciertos principios que son necesarios o esenciales para saber y entender la naturaleza y el propósito de la oración. Estos principios son los siguientes:
1. El propósito de Dios es más importante que nuestros planes.
2. Dios ha colocado Su Palabra incluso por sobre El mismo.
3. Dios nunca violará o incumplirá Su palabra.
4. La santidad de Dios es el fundamento de Su integridad y fidelidad.
Algo que todo creyente debe saber y que es de muchísima importancia recalcar, puesto que es algo vital para todo creyente es ¿Qué es la oración?
1. La comunicación con Dios nuestro Padre, es hablar con el cómo hijos.
2. Escuchar al Padre que tiene que decirnos su dirección y voluntad.
3. Medio de comunicación diaria con Dios.
4. Es el medio proporcionado por Dios, para hacer que la voluntad de Dios se haga en la tierra.
La oración no es una opción para la humanidad sino una necesidad. Si no oramos, el cielo no podrá interferir en los asuntos terrenales. El orar es esencial para que la voluntad de Dios sea hecha en la tierra.
Existen muchos casos en el mundo en el cual a las personas en alguna vez en su vida se han sentido decepcionados y frustrados porque sus oraciones no han sido contestadas que casi la mayoría de ellas ha renunciado a la oración. Algo muy interesante que pude descubrir al leer el libro es que el MAYOR OBSTACULO que se interpone en el camino de una vida de fe verdad es la oración NO contestada. Cuando pareciera que nuestras oraciones no van a ser contestadas el efecto que se produce en nosotros es dolor espiritual y emocional que puede ser profundo y devastador, lo cual puede conducir a la tristeza, desesperación, amargura y rebelión. Puede minar el fundamento de nuestra fe y llevarnos a estos resultados:
• Nos sentimos abandonados y aislados de Dios, imaginándonos que Él no se preocupa por nuestros problemas y dudamos de Su amor.
• Cuestionamos la integridad y el carácter de Dios, y, empezamos a desconfiar de Él
• Sentimos como que nuestras vidas están intranquilas e inestables.
• Llegamos a conclusiones prematuras de nosotros mismos y de nuestras oraciones
• Dudamos de nuestro llamado como intercesores de Dios.
La oración no es sólo una actividad, un ritual o una obligación. Ni es rogar a Dios que haga cosas que nosotros queremos que Él haga. La oración es una comunión y una comunicación con Dios que toca Su corazón. El centro de la oración yace en la comunión con Dios en una unidad de amor y propósito. Es convenir con Dios, involucrando nuestro “yo” completo, para que se cumpla la voluntad de Dios.
Hay dos cosas que son a mi consideración son importantes saberlas. Primero, Dios creó a la humanidad para reflejar Su carácter y personalidad. Fuimos creados para ser como Él, teniendo Su imagen y semejanza. Esto significa que fuimos creados para tener Su naturaleza y carácter moral. Pero no podemos revelar la imagen y semejanza de Dios si no entablamos una relación con Él. Segundo, Dios creó a la humanidad para cumplir Sus propósitos sobre la tierra.
Para la humanidad tener dominio sobre el mundo significa que Dios le confió la tierra al hombre. Esto se refiere a que el hombre iba a ser el propietario de la tierra física, incluyendo las otras cosas vivientes del mundo-peces, pájaros, ganado, todos los animales. Sin embargo, tener dominio significa aún más que tomar el cuidado del mundo físico. Debido a que el hombre tiene naturaleza física y espiritual, la humanidad es el medio para llevar a cabo los propósitos de Dios en la tierra, no sólo en el reino físico, sino también en el reino espiritual. Esto se puede ver de la siguiente manera, cuando Dios creó a Adán y Eva y los puso en el Jardín del Edén, nunca fue Su intención que ellos dejaran el Jardín. Más bien, Él quería que el Jardín se esparciera a toda la tierra. ¿Qué significa esto? Dios quería que ellos tomaran el carácter del Jardín, es decir, la presencia, luz y verdad de Dios, y la esparcieran por todo el mundo.
Nuestra necesidad de orar es el resultado de cómo Dios planeó el dominio y autoridad sobre la tierra. Primer creo el mundo, luego creó al hombre y la mujer a los que les dio el dominio sobre todas las obras de sus manos. El hombre fue creado para ser el “dios” de este mundo, a él se le dio completa autoridad en la tierra la cual Dios no traspasa, también al hombre se le dio libre albedrio, es por eso que el orar es esencial pues es la única forma de permitir que la voluntad de Dios sea hecha en la tierra.
Por medio de Cristo somos restaurados a nuestro propósito y por medio
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