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Escatologia


Enviado por   •  13 de Abril de 2013  •  8.586 Palabras (35 Páginas)  •  725 Visitas

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Introducción

La palabra escatología significa etimológicamente "tratado de los éskahtos" significa en griego cosas últimas, es decir, la escatología es el estudio de las cosas qué sucederían, tanto con cada persona individual como con la humanidad, al final de su historia y de su vida. Para estos propósitos, las cosas últimas se identificaban sobre todo con cuatro puntos principales: La muerte, El juicio, El cielo gloria, y el infierno.

Conclusión

La escatología Bíblica es la rama de la teología dedicada al estudio de la doctrina de las últimas profecías que ocurrirán con referencia al fin del mundo en el plan de Dios, tanto a nivel personal como general de toda la humanidad. Escatología viene del griego "éskhatos" último y "logos" tratado (o verbo, palabra viva, inteligencia o enseñanza). Para el Cristianismo, la escatología Bíblica podría traducirse como "enseñanza (del Señor) sobre lo último". Juan 1:1 nos describe a Jesús como el Logos o Verbo de Dios. El Señor Jesucristo nos habla de continuo de escatología, es más, el Evangelio mismo es escatología pura, pues nos presenta una profecía, la mayor de las profecías que el hombre ha podido oír jamás, que Dios nos llama a Su Reino eterno a través de nuestra salvación individual por la fe en la obra de Su Hijo Jesucristo en la Cruz del Gólgota, acontecimientos que fueron profetizados por distintos profetas de la Biblia en distintas épocas anteriores y que se van cumpliendo acorde al plan de Dios.

Desarrollo

Pacto Abrahámico:

El Pacto Abrahámico fue establecido por Dios con Abram en Génesis 12:1-3. "Jehová había dicho a Abram: 'Vete de tu tierra y de tu parentela, y de la casa de tu padre, a la tierra que te mostraré. Y haré de ti una nación grande, y te bendeciré, y engrandeceré tu nombre, y serás bendición. Bendeciré a los que te bendijeren, y a los que te maldijeren maldeciré; y serán benditas en ti todas las naciones de la tierra.'"

Jehová le dio instrucciones a Abram (posteriormente Dios le cambió el nombre a Abraham) para llevarse a su familia de su casa en Ur e irse a una nueva tierra llamada Canaán. Este fue un pacto incondicional que contenía cuatro provisiones principales:

• Haré de ti una nación grande y te bendeciré;

• Engrandeceré tu nombre, y serás bendición.

• Bendeciré los que te bendijeren, y los que te maldijeren, maldeciré;

• Todas las naciones de la tierra serán benditas en ti.

Dios ciertamente les estaba dando un favor especial a Abraham y a sus descendientes. Las promesas de Dios nunca se rompen, y ésta no era la excepción, ya que la promesa es renovada varias veces en las Escrituras a los descendientes de Abraham a través de Isaac y Jacob.

Pacto Abrahámico: La Tierra Prometida

La Tierra Prometida que le fue dada a Abraham en el Pacto Abrahámico es descrita por primera vez en Génesis 13:15-17: "Toda la tierra que ves, la daré a ti y a tu descendencia para siempre. Y haré tu descendencia como el polvo de la tierra, que si alguno puede contar el polvo de la tierra, también tu descendencia será contada. Levántate, vé por la tierra a lo largo de ella y a su ancho, porque a ti te la daré."

Los límites no fueron definidos claramente en esta primera mención, pero ciertamente lo son en la siguiente referencia a la tierra: "En aquel día hizo Jehová un pacto con Abraham, diciendo: 'A tu descendencia daré esta tierra, desde el río de Egipto hasta el río grande, el Éufrates—la tierra de los caneos, los cenezeos, los cadmoneos, los heteos, los ferezeos, los refaítas, los amorreos, los cananeos, los gergeseos y los jebuseos'" (Génesis 15:18-21).

Pacto Mosaico

El Pacto Mosaico fue celebrado entre Dios y la nación de Israel, y se encuentra en Éxodo 19-24 y Deuteronomio 5:6-22. Este pacto a menudo es llamado "La Ley". Otros lo llaman el Pacto Sinaico, ya que tuvo lugar en el Monte. Sinaí.

El libro del Éxodo es el segundo de los cinco libros de la Biblia denominados el Pentateuco. Este libro cuenta acerca de la liberación de los israelitas después de una serie de plagas que Dios trajo sobre Egipto y su Faraón, quien había mantenido en esclavitud al pueblo de Dios. Bajo la dirección de Dios, Moisés sacó a los israelitas y los condujo a través del abierto Mar Rojo y del desierto de Sinaí, donde recibieron el pacto.

Una gran parte del Pacto Mosaico está constituida por los Diez Mandamientos (razón por la que se le llama La Ley) y con ella Dios prometió:

• Hacer del pueblo hebreo Su nación especial entre todas las naciones, si cumplían los Mandamientos de Dios

• Hacer del pueblo de Israel una nación santa y un reino de sacerdocio.

• Darles el Sabbat como día de reposo, el cual les mandó santificar.

Bajo el Pacto Mosaico, la promesa de rectitud en la vida cotidiana sólo podía ser alcanzado cumpliendo con las obras de la Ley. Pero ya que somos presos del pecado, sólo en el Mesías podía ser cumplida la promesa del pacto.(Deuteronomio 6:25, Gálatas 3:21).

El pacto davídico

(2 S. 7:4-16; 1 Cr. 17:3-15) era un pacto incondicional en el cual Dios prometió a David un linaje real sin fin, un trono y un reino, todos ellos para siempre. En la declaración de este pacto Jehová se reserva el derecho de interrumpir el actual reinado de los hijos de David si era necesario el castigo (2 S. 7:14-15; Sal. 89:20-37); pero la perpetuidad del pacto no podía ser quebrantada.

Como el pacto abrahámico garantizaba a Israel una identidad eterna como nación (Jer. 31:36) y la posesión eterna de la tierra (Gn. 13:15; 1 Cr. 16:15-18; Sal. 105:9-11), así el pacto davídico les garantizaba un trono eterno y un reino eterno (Dn. 7:14). Desde el día en que el pacto fue establecido y confirmado por el juramento de Jehová (Hch. 2:30), hasta el nacimiento de Cristo, a David no le faltó un hijo que se sentase en el trono (Jer. 33:21); y Cristo el eterno Hijo de Dios e Hijo de David, siendo el justo heredero de aquel trono y el Único que se sentaría en aquel trono (Lc. 1:31-33), completa el cumplimiento de esta promesa hecha a David de que un hijo se sentaría en este trono para siempre.

El pacto davídico es el más importante en asegurar el reino milenial, en el cual Cristo reinará sobre la tierra. David, resucitado,

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