Espíritu Santo tengo anhelos de ti

Espíritu Santo tengo anhelos de ti.
Tengo sed de ti.
De lo profundo de mi corazón
suben mis ansias por ti.
Calma mi sed, Jesucristo, con tu agua viva.
Dame un poco de agua viva; pues tengo sed de ti.
Dame un poco de agua viva para calmar mi sed de vida,
para calmar la sequedad de mis huesos.
Dame un poco de agua viva
para calmar la sed de mis entrañas.

¿Dónde estás, mi Espíritu Divino?
¿Qué haces en mí, mi Espíritu de amor?
¿Dónde estás, mi consolador?
Sé que estás en mí; pues soy tu templo.
¿Acaso crees que no sé de dónde vienen mis ansias por ti?
¿Acaso crees que no conozco la fuente de mis anhelos por ti?

Espíritu Santo de Dios,
Espíritu del Santo de Israel,
tengo anhelos por ti.
Deseo estar contigo, adorarte y alabarte.
Deseo tu presencia en mí.
Anhelo rozar tu presencia en mí.

Tú, Espíritu de Dios,
me has dado vida.
Tú me llenas de esperanza y de fe en Cristo.
Tú escribes las palabras de Cristo en mi corazón.
Tú me haces entender la palabra de la Cruz.
Tú fundamentas mi fe en tu poder.

A veces, Espíritu de Dios,
me siento solo.
Entonces me pregunto:
¿Dónde está mi Redentor?
¿Dónde está la presencia del Dios vivo en mí?
¿Cuándo veré a mi Señor?

Deseo ser redimido de mi miseria humana
y librado de mis miedos.
Deseo ser librado de mis angustias
y de mi cuerpo de muerte.
¿Dónde está mi hogar eterno?
¿Cuándo entraré en el reposo del Señor?
Deseo sólo vivir de la fuente de la luz eterna.
y del manantial de agua viva.
Deseo sólo vivir para Cristo.

Jesucristo dame una flauta
para ofrecerte música de eterna alabanza.
Cántale, Hijo del Altísimo, a mi alma
canciones de vida eterna.

Espíritu Santo,
tengo anhelos por ti.
¿Qué hago para calmar mis anhelos por ti?
Tómame de la mano y llévame a tus moradas.
Tú eres mi Creador.
Tú sabes como calmar mi sed de ti.
Tú colocaste esa sed en mi corazón.
Mira como la siento y como la sufro.
Mira como suspiro clama mi corazón por ti.
Dios de Israel,
ya yo no quiero ser.
Sólo quiero disfrutar tu presencia.
Sólo ella me hace feliz.
Sólo ella quita mis ansias por tu Espíritu.

Quiero vivir en la presencia de tu Espíritu.
Quiero venir al espíritu de consejo
y disfrutar sus respuestas a mis preguntas.

Dios mío,
tengo ansias de ti.
¿Qué sucederá conmigo?
¿Hacia dónde me quieres llevar?
Llévame a tus moradas eternas.

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