Fundamento De La Oración Para Recibir A Cristo
Enviado por epatino • 1 de Julio de 2012 • 438 Palabras (2 Páginas) • 546 Visitas
«TODO LO QUE EL PADRE ME DA, VENDRÁ A MÍ; Y AL QUE A MÍ VIENE, NO LE ECHO FUERA.»
(Jn. 6:37, RV)
Has sentido el deseo de acercarte a Dios.
Quizás es una necesidad que te acompaña desde hace tiempo.
Quizás un problema ha quebrado la resistencia que sentías a acercarte a Él.
Pero, cualquiera sea el caso, no eres tú quien elige a Dios: Él es quien te elige a ti. Dios es quien te lleva a Jesús.
Muchos como tú hoy quisieran acercarse a Dios, pero no saben cómo hacerlo.
El primer paso es reconocer a Dios: Creer que hay un Ser Supremo que todo lo ha creado. Y también a Ti.
Luego, debes admitir que Él tiene una voluntad determinada acerca de tu vida, y que no le es indiferente lo que hagas.
«Porque a Dios no le gusta que no confiemos en Él. Para ser amigos de Dios, hay que creer que él existe y que sabe premiar a los que buscan su amistad.» (Heb. 11:6, DHH)
Un requisito: amar a Dios.
¿Cómo llegar a amar a Dios?
Quien se reconoce en necesidad de Dios, en su corazón está dispuesto a aceptar que no ha vivido conforme a Su Voluntad. Dijo Jesús de una mujer que reconocía que había ofendido mucho a Dios:
«Me ama mucho porque sabe que sus muchos pecados ya están perdonados. En cambio, al que se le perdonan po-cos pecados, ama poco.» (Luc. 7:47)
Como esta mujer, qué bueno que en tu oración digas: «Cámbiame, ya no quiero ser igual.»
Si ésta es la actitud de tu corazón, no te tardes, ya que es posible cambiar. Dice la Biblia:
«La ley del Señor es perfecta, que con-vierte el alma» (Salmos 19:7a, RV).
Esta «LEY», son los mandamientos de Dios. Obedecerlos cambiará tu vida y demuestra que le amas.
Así lo dice Jesús:
«Ustedes demostrarán que me aman, si cumplen mis mandamientos.» (Jn 14:15, DHH)
Cumplir los Mandamientos de Dios es reconocerle como Señor de tu vida.
¿Quieres reconciliarte con tu Creador, dejar atrás tu desobediencia? La Biblia nos enseña cómo hacerlo:
«Pues si ustedes reconocen con su propia boca que Jesús es el Señor, y si creen de corazón que Dios lo resucitó, entonces se librarán del castigo que merecen.» (Rom. 10:9, DHH)
Haz esta oración, conforme lo enseña la Biblia:
«Padre, confieso que he pecado mucho contra Ti y ya no quiero hacerlo. Creo que tu hijo Jesús es mi Señor, y a quien obedezco en Tus Mandamientos. Creo que le resucitaste de los muertos y que un día harás así conmigo. Amén.»
Reflexión final...
«No me dejes decir mentiras; ¡por favor, enséñame tu Palabra! Dios mío, no me hagas quedar mal, pues confío en tus manda-mientos y he decidido obedecerlos.
(Salmos
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