HUMILDAD ANTE TODO

Humildad ante todo

Cada día el papa Francisco le entrega al mundo verdaderas

lecciones de humildad, que, prácticamente, habían desaparecido de la faz de la Tierra como consecuencia de la imposición del culto a las riquezas y al poder.

Ante los más pobres de Brasil,el prelado de la Iglesia universal afirmó: «Nadie es descartable, y nadie puede permanecer indiferente ante las desigualdades que aún existen en el mundo», dijo. «No están solos, el papa está con ustedes».

El líder católico hizo un llamado para que «No se cansen

de trabajar por un mundo más justo y más solidario», y pidió

al poder público y a quienes tienen recursos consciencia e

igualdad. A los habitantes de una favela, que visitó este jueves, el pontífice les pidió que no se desanimen. «No pierdan la confianza, no dejen que la esperanza se apague, ¡la realidad puede cambiar!», planteó.«No están solos, la Iglesia está con ustedes, el papa está con ustedes», insistió.

El papa Francisco invitó a los vecinos de Varginha, en

Brasil, y al mundo entero, a promover el bien, «los pilares

fundamentales que sostienen a una nación: la vida, que es

un don de Dios; la familia, fundamentada en la convivencia

y remedio contra la desintegración social; la educación

integral; la salud; y la seguridad, en la convicción de que

la violencia solo se puede vencer partiendo del cambio del corazón humano».

Durante una de sus muchas intervenciones ante los brasileros, el papa Francisco, en otra demostración de humildad,les dijo: «Me gustaría hacer un llamamiento a quienes tienen más recursos, a los poderes públicos y a todos los hombres de buena voluntad comprometidos en la justicia social: que no se cansen de trabajar por un mundo más justo y más solidario. Nadie puede permanecer indiferente ante las desigualdades que aún existen en el mundo. Que cada uno, según sus posibilidades y responsabilidades,ofrezca su contribución para poner fin a tantas injusticias sociales.

No es la cultura del egoísmo, del individualismo,que muchas veces regula nuestra sociedad, la que construye y lleva a un mundo más habitable, sino la cultura de la solidaridad; no ver en elotro a un competidor, sino a un hermano».

Estas muestras de humildad son destacables en un líder

que ha preferido estar con las personas más necesitadas y,

sobre todo, ha sido un crítico permanente de la utilización

de lujos entre los religiosos; y ha pedido en reiteradas ocasiones que ellos den ejemplo de sencillez.

En Brasil observamos que atrás quedaron los papamóviles

súper blindados y de lujo por autos familiares

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