Importancia De La Pasion De Jesucristo

La pasión de Jesucrito: vivo ejemplo de amor infinito.

Jesús en la última cena instituye la eucaristía. La vida pública de Jesús inicia desde el bautismo y culmina a lo largo de su pasión, muerte y resurrección. En Juan 6.; se encuentra el discurso del pan de vida, donde Jesús dice: “Quien coma de éste pan y beba de éste vino vivirá para siempre” y luego dice: “El pan que yo os daré es mi propio cuerpo para la salvación del mundo”. El que no beba su sangre ni coma su cuerpo, no tendrá vida eterna.

Al hacer el sacramento de la comunión, y tomar la eucaristía nos hacemos parte de Cristo, Él vive en nosotros y a su vez nosotros en Él. Las anteriores palabras mencionadas, son para la vida eterna. Así en la última cena se entiende el discurso del pan de vida. Jesús en este instante habla de la traición, sabía todo lo que había en el corazón de Judas y por eso pudo decir quién lo traicionaría. En la última cena de Jesús y sus discípulos se da la primera eucaristía, donde Jesús dice: “Tomad, y comed todos de el, porque éste es mi cuerpo que será entregado para la salvación del mundo entero”. Es lo que se hace exactamente en cada misa.

En cada una de las eucaristías que se celebran ,hay dos partes importantes: 1) la liturgia de la Palabra, la palabra que es la vida eterna, por ejemplo el cardenal Van Thuan, fue encarcelado, pero escribía pedacitos de la biblia y ése fue su gran tesoro, que no dejó que llegara a la locura por la denigrante manera en la que estaba preso. Y luego 2) La liturgia de la eucaristía; donde el sacerdote hace la consagración del pan y el vino que son el cuerpo y sangre de Cristo respectivamente; recibimos a Jesucristo en nosotros para ir al cielo. San Ignacio dice que es el antídoto para lograr la santidad.

Tenemos que admirar la pasión de nuestro señor Jesucristo como un acto de infinito amor, al no querer recibir su cuerpo y sangre, actuamos como si nos valiera poco todo el amor que nos entregó en la cruz a cambio de su sufrimiento. En la flagelación Jesucristo dio ese dolor por el perdón de nuestros pecados.

Al vivir conforme a lo que Jesús nos enseñó en la última cena, es vivir en la gracias de Dios, aceptando todo lo que Él para nosotros y querer llevar una vida buena, una vida que luego de la muerte sea eterna, llevarlo en nuestro corazón. Jesús al morir nos da vida y salvación eterna, se va al cielo a prepararnos un lugar mejor para la otra vida ; luego vendrá por segunda vez y gozarán de esa vida eterna aquellos que vivieron conformes a las enseñanzas de Jesús. No fue fácil para Jesús sufrir por nosotros, nunca se quejó o refunfuñó, inclusive intercedió por los soldados romanos diciendo al Padre Dios que los perdonara. Ese mismo gesto de perdón nos lo da Jesús a cada uno de nosotros cuando decidimos redimirnos a la vida consagrada a él. Comprendiendo

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