Jesús alimenta a multitudes.
Enviado por Lidia Bond • 19 de Julio de 2016 • Apuntes • 980 Palabras (4 Páginas) • 271 Visitas
Jesús alimenta a multitudes
Los evangelios registran dos ocasiones en que Jesús alimentó a una multitud. Marcos 8 habla del momento en que alimentó a cuatro mil. El Evangelio de Mateo también registra esta escena (15:32–39). La otra alimentación milagrosa aparece en los cuatro evangelios: Mateo
14:13–21; Marcos 6:31–44; Lucas 9:10–17; Juan 6:1–14.
Las preguntas siguientes lo ayudarán a comparar estos dos milagros. Escriba sus respuestas en el espacio que hemos dejado en blanco, y después comente sus respuestas con la clase.
En ambos milagros, ¿qué movió a Jesús a alimentar a la multitud?
En ambos milagros, ¿de qué manera Jesús hizo participar a sus discípulos?
En ambos milagros, ¿qué indica que el milagro satisfizo el hambre que tenía aquella multitud?
PREGUNTA DE REFLEXIÓN PERSONAL: Piense en las personas espiritualmente hambrientas con las que se encuentra todos los días. ¿Qué le pueden enseñar estos milagros acerca de las maneras en que usted las podría ayudar a satisfacer su necesidad?
Los fariseos
Sus normas de justicia, aunque estrictas en la superficie, no estaban a la altura debida…
Los fariseos fueron los oponentes más activos de Jesús en su ministerio terrenal. En los evangelios se los menciona alrededor de un centenar de veces. Este grupo formaba una de las tres escuelas judías de pensamiento religioso durante los tiempos del Nuevo Testamento. Los otros dos grupos eran los esenios y los saduceos.
SU ORIGEN
Muchos historiadores piensan que los fariseos cobraron prominencia durante el período de los Macabeos (siglo II a.C.).
Es posible que se convirtieran en una secta piadosa como respuesta a un movimiento dentro del pueblo judío que lo inducía a adoptar la cultura y las prácticas del mundo griego. Se los puede concebir como un movimiento restauracionista que llamaba al pueblo a volver al cumplimiento estricto de la Ley.
La palabra “fariseo” se puede traducir como “separatista”. Se centraban en tener un cuidado extremo de evitar toda contaminación moral o espiritual que se pudiera producir como consecuencia de la desobediencia a la Ley. Con el tiempo, los fariseos adoptaron un estricto código de normas que iba más allá de los límites establecidos por las enseñanzas de la Ley.
Su razón de hacer algo así fue asegurar que se mantuviera esa pureza.
SUS CREENCIAS
Los fariseos creían que el Mesías vendría un día y que libertaría a los judíos del dominio romano. Es muy probable que ellos mismos se consideraran los únicos intérpretes de la Ley, aunque con frecuencia le añadían sus propias tradiciones. Podríamos hablar de la analogía de “ensanchar los límites” que establecía la Ley, a fin de asegurar que la persona pudiera mantener una santidad verdadera, y no se expusiera al peligro de pecar.
SUS ERRORES
Los fariseos llamaban a Israel a volver a la estricta interpretación de la Ley del Antiguo Testamento. Los podríamos comparar a los movimientos “de avivamiento” que tenemos hoy, en el sentido de que llamaban al pueblo a renovar su compromiso con los mandatos de Dios. Sin embargo, ellos se desviaron de este curso. Sus normas de justicia, aunque estrictas en la superficie, no estaban a la altura debida, porque solo se centraban en lo externo, mientras que descuidaban las actitudes y las motivaciones del corazón (Mateo 5:17–20). También cayeron en el error de poner sus propias tradiciones por encima de la verdadera obediencia a Dios (Mateo 15:1–9). En la historia de la mujer sorprendida en adulterio se hace obvio que de inmediato aplicaban la Ley cuando se trataba de juzgar a los pecadores, pero no ejercían ningún examen personal de su propia moralidad (Juan 8:1–10). Su reacción ante las obras de Jesús, quien siempre trataba de alcanzar a los pecadores, manifiesta una falta de compasión por las almas perdidas (Lucas 7:36–49).
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