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LA LUCHA LIBRE


Enviado por   •  17 de Febrero de 2012  •  4.530 Palabras (19 Páginas)  •  831 Visitas

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lA LUCA LIVRE ES UNA RELIGION DONDE LOS LUCHADORES SE CAEN DEL DOLOR DE TOBILLO.. PERO COMO DICE EL DICHO MAS VALE PAJARO EN MANO Q SAPO VOLANDO... OLE LE

MICROECONOMIA

La teoría microeconómica estudia el comportamiento económico de las unidades decisorias individuales como los consumidores, propietarios de los recursos y las empresas en una economía de libre empresa. De este modo se estudia el flujo de los bienes y servicios que va de las empresas a las familias, la composición de este flujo y la forma en que se determinan los precios de los bienes y servicios en el flujo. También estudia el el flujo de los servicios de los recursos económicos que va de los propietarios de las empresas, el uso especifico de tales recursos y la forma en que se determinan los precios de estos.(Salvatore, 2009)

QUIENES SE BENEFICIAN CON LA VENTA DE CARBON.

REDES EMPRESARIALES

MPRESAS DE GENERACION DE ELECTRICIDA

EMPRESAS ENERGETICAS

FABRICANTES DE AUTOMOVILES

IRMAS COMERCIALES, AGENTES PROMOTORES y BANCOS DE INVERSION

CONCEPCIONES DEL DESARROLLO

Margarita Graziano

1. Introducción

Creemos que no sería errado suponer que si en el ámbito de las Ciencias Sociales un concepto ha sido objeto de tantas definiciones como escuelas o tendencias de análisis lo han incluido en sus postulaciones, dicho concepto es el de "desarrollo". Es más aun el mero intento de ordenamiento o clasificación de tantas y tan variadas concepciones remitirá no solamente al marco del abordaje conceptual sino también a la aún más intrincada esfera de la connotación política.

Reivindicar el carácter eminentemente político del concepto de desarrollo -cualesquiera haya sido la acepción que el mismo haya asumido históricamente- implica por un lado, un, a nuestro juicio, obvio pero necesario reconocimiento del hecho de que toda -definición, al erigirse como intento de reproducción conceptual de una realidad, traza al mismo tiempo las líneas para su autoconstrucción como modelo. Por otro, es ese carácter de modelo que aquí planteamos el que desplazará al concepto del ámbito estrictamente teórico para convertirlo en elemento de juicio de la medida en que la realidad se acerca o se aleja de él.

Concepto, definición o modelo no serán pues más que los puntos de arranque de un proceso en el que el componente político -a priori ideológico hasta ese momento- se convertirá en línea rectora de la tarea de trazar metas y esbozar caminos, o en otras palabras de planificar, tarea por cierto eminentemente política.

Nuestro trabajo, así planteado, apunta en primer término al abordaje de algunas de las definiciones más usuales del problema del desarrollo. No es nuestro objetivo el agotar un espectro a todas luces tan amplio que requeriría una tarea de relevamiento que supera las pretensiones de esta aproximación. En segundo lugar, intentaremos ver en qué medida está presente el componente tecnológico en dichas definiciones como indicador de ese desarrollo cuyas características se pretende definir o planificar. Al encarar dicha tarea lo hacemos en la convicción de la naturaleza eminentemente política de la planificación contemporánea y en el convencimiento de que tal postura ha ido inundando progresivamente el campo más nuestro y específico de la comunicación social. Partiendo de tal supuesto, Intentaremos esbozar algunos de los principales enfoques respecto a la relación entre desarrollo tecnológico y desarrollo comunicacional

Recordar el carácter político y polémico del tema que hemos elegido no pasaría de ser una mera declaración de principios si no fuera nuestra Intención el incluir en la parte final del presente trabajo algunas consideraciones y propuestas que, sometidas a critica y revisión, puedan aportar a la tarea de construcción de nuevos indicadores de desarrollo comunicacional basados en una visión alternativa del desarrollo y de la tecnología.

2."La idea de desarrollo"

No pocos autores coinciden en señalar entre los antecedentes más claros de lo que a partir de la segunda post-guerra habría de erigirse en "teoría del desarrollo", al pensamiento social de los siglos XVIII y XIX y a la fuerte presencia en sus postulaciones de la idea de progreso, idea que, siguiendo la lógica histórica de la época, nació estrechamente ligada a las primeras aplicaciones de los descubrimientos científicos al campo de la producción y de allí a las instituciones sociales que habrían de ajustarse al nuevo proceso de reorganización social del trabajo. Las nuevas formas del floreciente capitalismo encontrarían en tales concepciones las raíces mismas de su teoría de la innovación técnica no sólo en su auténtico valor para el incremento de la tasa de ganancia sino también en sus posibles réditos a escala social.

Sin embargo, sería erróneo atribuir al campo estrictamente económico una concepción de la evolución de la sociedad que encuentra ya sus principales defensores en el humanismo clásico y en las nuevas vertientes que se inician con figuras como Montesquieu y Condorcet y se consolidan en la Ley de los Tres Estados de Comte.

Aún desde distintas perspectivas, un supuesto está implícito en ambas formas de acercamientos: aquél que asocia la historia de la humanidad a un proceso constante de devenir social, proceso en absoluto exento -y en especial en el campo de las ciencias sociales- de una visión escatológica.

Nuevamente desde el campo económico, aunque en tiempos más recientes, surge el concepto de crecimiento. Como anotan Sunkel y Paz , se trata de

Un concepto más reciente, asociado estrechamente a la teoría macroeconómica es el de crecimiento. En cierto modo es similar al concepto de evolución, por lo menos en lo que se refiere al aspecto de mutación gradual y continua que le es inherente; también incorpora el de progreso, en el sentido de acentuar la importancia fundamental de las innovaciones técnicas en el proceso de crecimiento.

Sin embargo, y como bien señalan dichos autores, la problemática del crecimiento no surge tanto de una visión optimista de la idea de la evolución sino más bien de una preocupación estrictamente económica por los límites de la expansión del capitalismo y, en especial, por la crisis que afecta a dicho modo de producción en las postrimerías de los años 20.

A la concepción humanista del progreso y la evolución y a la definición económica de la versión más actual del crecimiento habrá de sucederle la idea de la industrialización como punto de vista más actualizado de un curso de acción predefinido y de una estrategia más global que aplicada esencialmente al nivel de las características del aparato

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