La Civiltà Cattolica
Enviado por limu103 • 23 de Septiembre de 2013 • Ensayo • 503 Palabras (3 Páginas) • 244 Visitas
Hace unos días Jorge Bergoglio, alias el Papa Francisco, concedió a Antonio Spadaro, director de la revista jesuita La Civiltà Cattolica, una larga entrevista, que fue publicada en múltiples medios católicos. Los medios seculares tomaron las partes más jugosas de la entrevista y las difundieron, en general intentando mostrar las manifestaciones del papa como una revisión para bien o un progreso en la actitud de la Iglesia hacia sus blancos preferidos (las mujeres y los homosexuales).
En realidad, como los mismos comentaristas católicos se han empeñado en aclarar, el papa no dijo nada nuevo y de hecho reafirmó las posturas tradicionales de la Iglesia. Nada va a cambiar porque nada puede cambiar; el aborto sigue siendo un asesinato, tener sexo sin buscar hijos es ser anti-vida, y la homosexualidad es una especie de enfermedad cuyas víctimas merecen compasión.
El primer error que cometen los medios es suponer que el papa está hablando para toda la humanidad. Muy lejos de eso, el Papa le habla a los católicos (él dice “cristianos”, pero buena parte de los cristianos del planeta no considera que esos dos términos se solapen), y específicamente a los católicos de nombre y a los católicos devotos pero apartados de la Iglesia y que quieren —por alguna razón que se me escapa— seguir sintiéndose parte de una iglesia que los rechaza con un mensaje expulsivo, condenatorio, basados en una moral absurda. Así lo expresa el entrevistador:
…aquellos cristianos que viven situaciones irregulares para la Iglesia, o diversas situaciones complejas; cristianos que, de un modo o de otro, mantienen heridas abiertas. Pienso en los divorciados vueltos a casar, en parejas homosexuales y en otras situaciones difíciles.
Es quizá sintomático el que no se comprenda muy bien si las “heridas” y las “situaciones difíciles” son padecimientos de las personas en cuestión o conflictos entre el modo de vida de esas personas y la Iglesia. Hay una infinidad de cristianos divorciados y vueltos a casar y de cristianos homosexuales en pareja que viven perfectamente felices, o al menos, tan bien o mal como cualquiera.
Sobre cómo llegar a esas personas (claramente la preocupación de cierto sector de la Iglesia, que ve cómo se han ido vaciando los bancos de la misa y las bolsas de la colecta), Francisco dice:
Tenemos que anunciar el Evangelio en todas partes, predicando la buena noticia del Reino y curando, también con nuestra predicación, todo tipo de herida y cualquier enfermedad. En Buenos Aires recibía cartas de personas homosexuales que son verdaderos ‘heridos sociales’, porque me dicen que sienten que la Iglesia siempre les ha condenado.
¿“Sienten” que la Iglesia los condena? El Papa, cuando era su gemelo malvado Jorge Mario Bergoglio, llamó al proyecto para permitir matrimonios entre personas del mismo sexo un plan del demonio. Y ése es uno
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