La Economia

¿Saben lo que esto significa? , El individuo nombrado anteriormente no pasara ni un día internado en una cárcel, por el contrario estará en su residencia contando con todas las comodidades y lujos, resultado de sus negocios ilícitos; ¿Acaso a esta situación podría llamársele justicia?, Y ni hablar de aquel mensaje que deja a millones de poderosos empresarios, políticos, jueces y otros funcionarios públicos corruptos que pululan este país: roben tranquilos que gozan de poder y dinero para que la negociación con la fiscalía les salga barata. Por lo anterior me acerco a la idea de que la justicia en Colombia sufre una enfermedad terminal por un virus que la infecto desde hace algunos años: intereses personales motivados por factores económicos y políticos.

Por otro lado ,se puede observar la otra cara de la justicia , cuando se condena a tres años de prisión a Mario Peña Hernández por pagar una arroba de papa con un billete falso de cincuenta mil pesos a un tendero del barrio donde residía ;no se puede desconocer que este individuo acostumbraba a operar de la misma manera en barrios aledaños, ni mucho menos podemos minimizar la gravedad del delito cometido; pero considero que la calificación es drástica y realmente vergonzosa ya que en nuestro país un hombre que cometió un delito menor como pagar con un billete falso permanezca más años en la cárcel que otras personas que han robado billones de pesos descaradamente, así como fondos que debían ser invertidos en obras y proyectos necesarios para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos.

Sin Embargo Si lo que pretende la justicia colombiana es castigar ejemplarmente los robos y estafas en nuestro país lo primero que debería hacer es condenar proporcionalmente a Los Nule, Los Moreno y al ya nombrado Emilio Tapia. En este punto es probable que se siga creyendo que la pobreza y la falta de educación sean los principales elementos que ocasionen la delincuencia, pero lo que verdaderamente ocurre es que este argumento se torna en una cortina de humo para disfrazar la corrupción existente en el sistema judicial de nuestro país, tanto así que en los centros penitenciarios clasifican sus patios según el estrato socioeconómico es decir se les asigna de acuerdo a lo que paguen por el colchón, su alimento y seguridad .

Incluso un estudio de la universidad de los Andes del año 2011 que lleva como nombre “Los Muros de la Infamia” ampliado como un libro por investigadores de la facultad de derecho, reafirma que las cárceles están llenas de personas pobres, pues comparando las condenas que han recibido los grandes narcotraficantes y muchos políticos, resalta la gran diferencia entre la justicia para el pueblo común y la justicia aplicada para las personas que cuentan con mucho dinero y poder.

Finalmente es necesario entender que los argumentos señalados anteriormente afirman que la supuesta “justicia” en Colombia

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