La Gran Tribulacion
Enviado por charle15 • 14 de Mayo de 2014 • 346 Palabras (2 Páginas) • 409 Visitas
1. De mi abuelo Vero: el buen carácter y la serenidad.
2. De la reputación y memoria legadas por mi progenitor: el carácter discreto y viril.
3. De mi madre: el respeto a los dioses, la generosidad y la abstención no sólo de obrar
mal, sino incluso de incurrir en semejante pensamiento; más todavía, la frugalidad en el
régimen de vida y el alejamiento del modo de vivir propio de los ricos.
4. De mi bisabuelo: el no haber frecuentado las escuelas públicas y haberme servido de
buenos maestros en casa, y el haber comprendido que, para tales fines, es preciso gastar
con largueza.
5. De mi preceptor: el no haber sido de la facción de los Verdes ni de los Azules, ni
partidario de los parinularios ni de los escutarios1; el soportar las fatigas y tener pocas
necesidades; el trabajo con esfuerzo personal y la abstención de excesivas tareas, y la
desfavorable acogida a la calumnia.
6. De Diogneto: el evitar inútiles ocupaciones; y la desconfianza en lo que cuentan los
que hacen prodigios y hechiceros acerca de encantamientos y conjuración de espíritus,
y de otras prácticas semejantes; y el no dedicarme a la cría de codornices ni sentir pasión
por esas cosas; el soportar la conversación franca y familiarizarme con la filosofía; y el
haber escuchado primero a Baquio, luego a Tandasis y Marciano; haber escrito diálogos
en la niñez; y haber deseado el catre cubierto de piel de animal, y todas las demás
prácticas vinculadas a la formación helénica.
7. De Rústico: el haber concebido la idea de la necesidad de enderezar y cuidar mi
carácter; el no haberme desviado a la emulación sofística, ni escribir tratados teóricos ni
recitar discursillos de exhortación ni hacerme pasar por persona ascética o filántropo con
vistosos alardes; y el haberme apartado de la retórica, de la poética y del refinamiento
cortesano. Y el no pasear con la toga por casa ni hacer otras cosas semejantes. También
el escribir las cartas de modo sencillo, como aquélla que escribió él mismo desde Sinuesa
a mi madre; el estar dispuesto a aceptar con indulgencia la llamada y la reconciliación con
los que nos han ofendido y molestado, tan pronto como quieran retractarse; la lectura con
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