La Luna Y La Idolatría
Enviado por whctb • 5 de Noviembre de 2014 • 1.485 Palabras (6 Páginas) • 279 Visitas
Deuteronomio 4:15-19 15 Guardad, pues, mucho vuestras almas; pues ninguna figura visteis el día que Jehová habló con vosotros de en medio del fuego; 16 para que no os corrompáis y hagáis para vosotros escultura, imagen de figura alguna, efigie de varón o hembra, 17 figura de animal alguno que está en la tierra, figura de ave alguna alada que vuele por el aire, 18 figura de ningún animal que se arrastre sobre la tierra, figura de pez alguno que haya en el agua debajo de la tierra. 19 No sea que alces tus ojos al cielo, y viendo el sol y la luna y las estrellas, y todo el ejército del cielo, seas impulsado, y te inclines a ellos y les sirvas; porque Jehová tu Dios los ha concedido a todos los pueblos debajo de todos los cielos.
Deuteronomio 17:2-5 2 Cuando se hallare en medio de ti, en alguna de tus ciudades que Jehová tu Dios te da, hombre o mujer que haya hecho mal ante los ojos de Jehová tu Dios traspasando su pacto, 3 que hubiere ido y servido a dioses ajenos, y se hubiere inclinado a ellos, ya sea al sol, o a la luna, o a todo el ejército del cielo, lo cual yo he prohibido; 4 y te fuere dado aviso, y después que oyeres y hubieres indagado bien, la cosa pareciere de verdad cierta, que tal abominación ha sido hecha en Israel; 5 entonces sacarás a tus puertas al hombre o a la mujer que hubiere hecho esta mala cosa, sea hombre o mujer, y los apedrearás, y así morirán.
2 Reyes 23:5 5 Y quitó a los sacerdotes idólatras que habían puesto los reyes de Judá para que quemasen incienso en los lugares altos en las ciudades de Judá, y en los alrededores de Jerusalén; y asimismo a los que quemaban incienso a Baal, al sol y a la luna, y a los signos del zodíaco, y a todo el ejército de los cielos.
Job 31:24-28 24 Si puse en el oro mi esperanza, Y dije al oro: Mi confianza eres tú; 25 Si me alegré de que mis riquezas se multiplicasen, Y de que mi mano hallase mucho; 26 Si he mirado al sol cuando resplandecía, O a la luna cuando iba hermosa, 27 Y mi corazón se engañó en secreto, Y mi boca besó mi mano; 28 Esto también sería maldad juzgada; Porque habría negado al Dios soberano.
Jeremías 8:1-2 En aquel tiempo, dice Jehová, sacarán los huesos de los reyes de Judá, y los huesos de sus príncipes, y los huesos de los sacerdotes, y los huesos de los profetas, y los huesos de los moradores de Jerusalén, fuera de sus sepulcros; 2 y los esparcirán al sol y a la luna y a todo el ejército del cielo, a quienes amaron y a quienes sirvieron, en pos de quienes anduvieron, a quienes preguntaron, y ante quienes se postraron. No serán recogidos ni enterrados; serán como estiércol sobre la faz de la tierra.
CBA
26. Si he mirado al sol. Referencia específica a la idolatría. La adoración al sol estaba muy difundida desde tiempos muy antiguos en el Cercano Oriente y en Egipto. La adoración de la luna generalmente seguía en importancia a la del sol. Había una marcada tendencia natural a adorar lo que proporcionaba la luz (cf. Det. 4: 19; 2 Rey. 23: 5; Eze. 8: 16).
27. En secreto. Primero se comete el pecado en el corazón, "en secreto". En el ritual de la adoración de los cuerpos celestes había algo que atraía muchísimo al corazón natural.
Mi boca besó mi mano. A la seducción del corazón sigue la acción: la actividad de la mano. Se acostumbraba besar los ídolos (1 Rey. 19: 18; Ose. 13: 2); pero como los cuerpos celestes estaban tan distantes, sus devotos debían limitar su adoración a besarse las manos. Job afirma que nunca participó en tal idolatría.
DBA
Adoración. (heb. generalmente shâjâh, "inclinación", "adoración"; {âtsab [Jer. 44:19]; segid; gr. generalmente latréia, "servicio" [religioso], "culto"; latréuÇ, "servir", especialmente en relación con las formas externas de adoración; proskunéin, "postrarse", "besar" [como adoración]; proskunéÇ, "rendir obediencia [reverencia]", "postrarse").
Actitud de humildad, reverencia, honor, devoción y adoración que señalan adecuadamente las relaciones entre los seres creados y su Creador, particularmente en su presencia. La Biblia enseña que
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