La Moyugba
Enviado por luu.sieluu • 7 de Octubre de 2013 • Informe • 462 Palabras (2 Páginas) • 482 Visitas
La palabra Moyugba proviene del Yoruba emi - Yo; ayugba - saludo =Yo te saludo. Cada vez que hacemos cualquier rito, o acto de adoración en la religión Yoruba de la diáspora lo iniciamos con omi tuto, una libación de agua fresca. Mientras hacemos la libación se dice lo siguiente.
Omi fun egun, omi fun ile, omi fun gbogbo keke timbelaye timbelese Oloddumare. Omituto, ona tutu, tuto laroye, tuto ile tuto ariku babawa.
La moyugba se divide en tres partes. La primera inicia con un saludo a Oloddumare, llamándolo por todos los nombres con el que es alabado, en un acto que reconoce al Divino Creador y su omnipotencia. Aunque a menudo es citado como una deidad silente y distante, en la tradición Osha Ifa cubana, Oloddumare debe ser reverenciado en todos los rituales, dado que sin el Dios Supremo nada es posible.
Después de rendir homenaje a Oloddumare, rendimos tributo a dos ancestros que jugaron un papel importante en el esquema de la religión Yoruba o Lucumí. Que son Asedá (Ashedá) y Akodá; quienes fueron los dos primeros discípulos de Orunmila, y lo ayudaron a diseminar la palabra de Ifa y su sabiduría a toda la humanidad.
Continuamos rindiendo homenaje al tiempo. Reconocemos en el pasado, el presente y el futuro, al indispensable testigo de los minutos de viaje de la humanidad a través de la real existencia y entonces pedimos por la existencia continuada del mundo y nuestra especie.
Después, rendimos tributo a nuestra madre (Iyatobi) y padre (Babatobi), los dos seres más esenciales, sin los cuales no podríamos obviamente existir. Un pueblo muy orientado a la familia, el Yoruba y sus descendientes, dan gran importancia y respeto a sus progenitores a quienes adoran durante su vida y continúan adorando aun después de la muerte. En efecto nuestros padres son tan sagrados como cualquier Orisha.
Cuando se rinde homenaje a Ara - la Tierra; el cuerpo físico del planeta- el Ile- el suelo que pisamos tanto como la casa donde vivimos. Como un observador silente, este planeta nos provee de nuestra existencia y es el receptor eventual de todas nuestras acciones. El Ilé nos da vida, nos nutre a través de toda nuestra existencia y después de nuestra muerte la nutrimos a ella con el cuerpo que ella sustento durante años. Como conocemos el Olorisha no puede ser cremado, sino que debe retornar a la tierra que lo proveyó.
La segunda sección de una moyugba consiste de los saludos a nuestros ancestros। Los ancestros son denominados Egúngún o Egún. Estos no deben confundirse con Arao rún (Araonú) ciudadanos del cielo; o los Iwin - Almas errantes que vagan por la tierra. Egungun son aquellos espíritus que están relacionados con nosotros por la sangre y a través de nuestra ascendencia de Orishas. Todos los otros son Ara orún.
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