La Participación De Los Fieles Laicos En La Vida De La Iglesia

2.3 LA PARTICIPACION DE LOS FIELES LAICOS EN LA VIDA DE LA IGLESIA

25. Los fieles laicos participamos en la vida de la Iglesia, en diferentes funciones y ejerciendo nuestro carismas además de muchos otros modos.

Tal participación es la expresión en la vida y misión de las Iglesias Particulares, Diócesis.

1 Iglesias particulares e Iglesia Universal

Los laicos necesitamos poseer una visión clara y precisa de la Iglesia Particular, para poder participar adecuadamente en la Iglesia Universal.

La Iglesia Universal existe y se manifiesta en las Iglesias Particulares, no porque se hayan fragmentado, o se hayan agregado, sino que hay un vinculo vivo, esencial y constante que las une entre sí. Estas están formadas a imagen de la Iglesia Universal, en las cual se hace una única Iglesia Católica.

2 La parroquia

La parroquia no es un edificio o una estructura, es la “Familia de Dios, como una fraternidad animada por el Espíritu de unidad”, es “una casa de familia, fraterna y acogedora” es la “comunidad de los fieles”.

Esta fundada sobre una realidad teológica para celebrar la Eucaristía, en la que se encuentra la raíz viva de su edificación y el vinculo sacramenta de su existir en plena comunión con toda la Iglesia. Está constituida por los ministros ordenados y por los demás cristianos, en la que el párroco – que representa al Obispo diocesano – es el vínculo jerárquico de la Iglesia particular.

Para que las parroquias sean verdaderas comunidades cristianas, las autoridades locales deben favorecer:

a) La adaptación de las estructuras parroquiales con la amplia flexibilidad que concede el Derecho canónico, sobre todo promoviendo la participación de los laicos en las responsabilidades pastorales;

b) Las pequeñas comunidades eclesiales de base, también llamadas comunidades vivas, donde los fieles pueden comunicarse mutuamente la Palabra de Dios y manifestarse en el reciproco servicio y en el amor; siendo verdaderas expresiones de la comunión eclesial centros de evangelización, en comunión con sus Pastores.

4 El compromiso apostólico en la parroquia

27. Los fieles laicos son dentro de las comunidades cristianas una acción tan necesaria que sin ella, el mismo apostolado de los Pastores no podría alcanzar, la mayor parte de las veces, su plena eficacia. Siendo distintos y complementarios, los ministerios y los carismas necesarios para el crecimiento de la Iglesia, cada uno según su propia modalidad. La parroquia ofrece un ejemplo luminoso de apostolado comunitario, fundiendo en la unidad todas las diferencias humanas que allí se dan e insertándolas en la universalidad de la Iglesia.

La parroquia cuando esta con la participación viva de los laicos, permanece fiel a su originaria vocación y misión: Ser en el mundo el “lugar” de la comunión de los creyentes y a la vez, “signo e instrumento” de la común vocación a la comunión; en una palabra ser la casa abierta a todos y al servicio de todos.

2.4 FORMAS DE PARTICIPACION EN LA VIDA DE LA IGLESIA

28. Los fieles laicos junto con los sacerdotes, religiosos y religiosas, constituyen el único Pueblo de Dios y Cuerpo de Cristo.

Dios llama a cada uno en Cristo por su nombre propio e inconfundible. Por el ser miembro de la Iglesia cada cristiano es único e irrepetible. De esta manera cada uno, en su unicidad e irrepetibilidad, con su ser y con su obrar, se pone al servicio del crecimiento de la comunión eclesial; asi como, por otra parte, recibe y hace suya la riqueza común de toda la Iglesia. Esta es la Comunión de los Santos que profesamos en el Credo; el bien de todos se convierte en el bien de cada uno, y el bien de cada uno, se convierte en el bien de todos.

1 Formas personales de participación

Es absolutamente necesario que cada fiel laico tenga siempre una viva conciencia de ser un “miembro de la Iglesia”, a quien se le ha confiado una tarea original, insustituible e indelegable, que debe llevar a cabo para el bien de todos. El apostolado que cada uno debe realizar y que fluye con abundancia de la fuente de una vida auténticamente cristiana, es la forma primordial y la condición de todo el apostolado de los laicos, incluso del asociado y nada puede sustituirlo.

2 Formas agregativas de participación

La asociación de fieles siempre ha representado una línea en cierto modo constante en la historia de la Iglesia, como lo testifican, hasta nuestros dias las variadas confraternidades, las terceras órdenes y los diversos sodalicios. Sin embargo, en los tiempos modernos este fenómeno ha experimentado un singular impulso y se han visto nacer y difundirse múltiples formas agregativas: asociaciones, grupos, comunidades, movimientos. Tanta es la riqueza y versatilidad de los recursos que el Espíritu alimenta en el tejido eclesial; y tanta es la capacidad de iniciativa y la generosidad de nuestro laicado. La finalidad es la de participar

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