La Reliosidad
Enviado por • 15 de Julio de 2014 • 633 Palabras (3 Páginas) • 193 Visitas
hombre es un “animal religioso”, como nos ha definido un antropólogo porque cuando encuentran restos humanoides, una señal de que son de un “homo sapiens” es encontrar algún vestigio de religiosidad, por ejemplo, una ofrenda en un entierro.
La religiosidad es un valor que no solamente se tiene por tradición cultural, sino que es fruto de la reflexión interior del individuo.
También Dios tiene derechos
La religiosidad responde a la justicia hacia Dios. El creyente reconoce que es criatura divina y sabe que tiene obligaciones hacia su Creador. Todas las religiones se basan en ese principio de agradecimiento por lo recibido de la divinidad y también en el deseo humano de seguir recibiendo bendiciones de lo alto.
Las expresiones religiosas no varían mucho en las diferentes confesiones del mundo: la oración, la ofrenda, la alabanza, la petición de perdón y, como fruto del amor a la divinidad, el deseo de vivir una vida recta conforme a la voluntad de Dios. Creer en Dios, cuando es en serio, lleva a vivir haciendo el bien.
El opio del pueblo
Carlos Marx calificó la religión como un opio del pueblo y consideró que era nociva para una sociedad justa. En realidad lo que él criticaba era esa alianza tácita pero real entre el poder civil y el poder eclesiástico que manipulaba la doctrina para someter al pueblo a la explotación de los ricos y poderosos.
Curiosamente, el marxismo llevado a la práctica en el S. XX, a pesar de su propaganda atea constante e intensa, no pudo desarraigar del pueblo la religiosidad, como nos pudimos dar cuenta cuando cayó la famosa cortina de hierro.
En cambio, lamentablemente, el modo de vivir capitalista, con sus seducciones del placer y del dinero, están haciendo más daño en el hombre de hoy, alejándolo de un culto comprometido a Dios. Bien dice Jesús que no se puede servir a Dios y al dinero.
Cuando Dios es un estorbo
Hay quienes verdaderamente creen que no creen en Dios. Los motivos son muchos: un contagio intelectual contraido en la juventud, una forma de protestar contra una sociedad con la que no se está de acuerdo, hasta una necesidad en ciertos ambientes en los que hay una gran intolerancia y burla hacia los que creen.
Hay otros a los que, simplemente, les estorba Dios para poder ser libres de hacer lo que ellos saben que a sus ojos divinos está mal hecho.
Y hay otros que dicen que sí creen, pero que viven como si no creyeran; y esos son los que más daño se hacen y lo hacen a los demás.
La religiosidad es un compromiso
Los que no creen tratan de convencer a los que creen y los que creemos tratamos de hacerlo con los que no. Y es un cuento de nunca acabar y una discusión tonta, que ha durado ya lo que dura la historia de la humanidad.
...