La fiesta de Рentecostés
Enviado por beatlesanchez • 17 de Octubre de 2013 • Informe • 785 Palabras (4 Páginas) • 284 Visitas
Aportes para la Celebración – Ciclo
Pentecostés
Introducción a la celebración
Hermanos y hermanas: La fiesta de hoy se llama Pentecostés. Esta palabra dice poco, señala que el hecho que conmemoramos ocurrió cincuenta días despuÉs de la resurrección de Jesús. Pero lo que festejamos es importantísimo: hoy se cumple la promesa de Jesús, llega el Espíritu Santo y se inicia la misión de la Iglesia: anunciar al mundo el amor de Dios, hecho hombre en Jesucristo. Al actualizar ese momento, la Iglesia entera revive su vocación: evangelizar a todos los pueblos, de toda raza y cultura.
Concluye hoy el Tiempo Pascual y su símbolo más expresivo, el Cirio Pascual, se encenderá en los bautismos y exequias.
Oremos juntos, cantemos juntos y juntos alimentémonos de la Palabra de Dios y del Pan de Vida. Nos ponemos de pie y cantamos.
Saludo inicial
Como mi Padre me envió a mí, yo los envío a ustedes. Reciban al Espíritu Santo, nos dirá Jesús.
Hermanos: Hoy actualizamos el momento en que Jesús nos envía el amor y la fuerza del Espíritu Santo, para que “llene nuestros corazones y renovemos la vida en toda la Tierra”.
El Espíritu Santo, que ha sido
derramado en nuestros corazones
por el amor del Padre
para que seamos testigos de Jesús,
esté con todos ustedes.
Acto penitencial
(Si se realiza el Rito de Aspersión, ver domingo de Pascua. De lo contrario, despuÉs de la invitación del celebrante y un momento de silencio).
“Lava nuestras manchas”, pediremos en el himno llamado Secuencia. Hagámoslo ahora con humildad y confianza.
- Tú que resucitaste a Jesús por la obra del Espíritu Santo.
Señor, ten piedad.
- Tú que nos enviaste al Espíritu, señor y dador de vida.
Cristo, ten piedad.
- Tú que nos devolverás la vida gracias al Espíritu.
Señor, ten piedad.
Gloria
Cantemos el himno de gloria a Jesucristo, que vive y reina con el Padre y el Espíritu Santo. Gloria...
Liturgia de la Palabra
Primera lectura (Hech 2, 1-11): Utilizando dos símbolos, el viento y el fuego, Lucas describe la venida del Espíritu Santo.
Salmo (Sal 103, 1ab. 24ac. 29b-31. 34): Como el Espíritu de Dios anima la Creación entera, el salmo bendice y glorifica al Señor por su obra creadora. Participamos de esta oración aclamando: Señor, envía tu Espíritu y renueva la faz de la tierra.
Segunda lectura (1Cor 12, 3b-7, 12-13): San Pablo enseña que un mismo Espíritu, que se manifiesta en diversidad de dones y actividades, anima un mismo cuerpo, que es la Iglesia.
Secuencia: La Liturgia incluye hoy un himno de súplica y alabanza al Espíritu Santo.
Evangelio (Jn 20, 19-23):
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