La influencia de la religión
Enviado por Sigo • 13 de Noviembre de 2011 • Ensayo • 2.253 Palabras (10 Páginas) • 343 Visitas
Religión: La influencia de la religión en las masas, para lograr ejercer control sobre la población que está bajo sus creencias, y la concepción de verdad que cada religión piensa poseer, como un absoluto y delimitado atributo divino.
El termino religión proviene del latín religiones, que significa escrúpulo o delicadeza. Este concepto agrupa el conjunto de creencias y dogmas mantenidos por un grupo de personas, generalmente basados en un concepto de Fe.
Si viene cierto, al hombre desde un comienzo le ha sido necesario creer en algo, no solo se ha quedado en eso, sino que también ha creado modelos religiosos, ordenados bajo parámetros de orden espiritual. Sin embargo, estos modelos no han sido antojadizos, más bien se ha ido conformando a través de la historia del hombre, y se han ido diferenciando en sus dogmas y creencias. A pesar, que muchas de las religiones hoy existentes se guían bajo la palabra del mismo libro “La Santa Biblia”, muchas otras, como mormones han creado libros anexos como “El Libro de Mormón”, con el fin de otorgarle una mayor credibilidad a sus doctrinas. Otras religiones como los musulmanes se basan en el Corán, y toman sus palabras como únicas y reveladoras de parte de su Dios. Muchas otras religiones han agregado libros a sus biblias, otras han restado, y es así como cada una ha ido construyendo su propia visión de mundo y del mismo Dios que en un comienzo, era el mismo para todos. De hecho, cada religión le otorga nombres distintos a quién se supone es el mismo Cristo que murió en la cruz, como hay otras que niegan su existencia y aún esperan al mesías como es el caso de los judíos.
Pero si analizamos esto desde un punto de vista más crítico y no tan descriptivo, nos daremos cuenta de las problemáticas que la religión a nivel general presenta.
En un comienzo una “religión X” se presenta como “única y verdadera”, dejando de lado toda la gran gama de opciones en cuanto a religiones hay en el mundo. Además, aseguran de cierta forma el camino al cielo, la salvación eterna, la seguridad de nuestras alma, pero todo esto, ¿A cambio de qué?, de introducirnos en ella, aprender su “vocabulario”, su manera de pensar y ver las cosas, practicar lo que dentro de ella sea válidamente “normal”, además de cumplir con una serie de obligaciones económicas (que en realidad es eso), que lo encubren bajo el nombre de “Diezmo”.
Esto es resumen dicha “religión X”, pero es necesario que abordemos el control que a través de todos estos cambios (en una persona que ingresa a ella) provoca tanto en el estilo de vida, como en la mentalidad de sus seguidores. De cierta forma, se sienten “caminando libres”, y no se dan cuenta que su libertad está condicionada a un líder, a un libro y a acciones que si no están bajo la “normalidad” por ellos impuesta, simplemente no es digno de llevar el nombre de dicha religión.
Me atrevería a decir, que el pertenecer a una religión, es algo así como aceptar ser rotulados por una especie de personas que son tan o más pecadoras que uno mismo, pero que detrás de sus caretas de “santos y fieles amantes del señor”, ocultan sus vidas y sus pecaminosas obras.
Es así como se va construyendo cada religión, en su concreto, no es nada mas que una rotulación como dije anteriormente. Pero ¿Cuál es el fin de dicha rotulación?, simplemente el control de cada obra que un creyente haga, de seguro si obra fuera de los márgenes de su doctrina, éste se sentirá culpable, pecador e indigno de merecer el perdón de Dios, entonces entra en acción el líder de la comunidad y le dice a su “hermano” (que de hermano no tiene nada, porque ni siquiera sabe dónde vive), que ore tantas plegarias, o lea tales o cuales capítulos de la biblia, o simplemente que por una módica suma de dinero sus pecados serán perdonados. O sea, ¿Qué clase de Dios predican?, un Dios insensible, que en realidad poco le importa la estabilidad emocional y espiritual de su hijo, sino que más bien, va detrás de sus diezmos y de la humillación que éste puede llegar a ejercer con tal de lograr el tan ansiado perdón.
Y como si esto fuera poco, engañan a sus nuevos miembros haciéndoles creer que poseen la verdad absoluta y que fuera de ella no hay salvación. Que poco menos “su religión” es un regalo divino para la sociedad para que logren expiar todos sus pecados.
En realidad a Dios le debe dar nauseas ver que gente así, toma su nombre para sacar provecho y controlar a otras personas. Tal vez el manipular sea una necesidad humana, el querer saber qué hace el otro, como, cuando, donde y con quien son atributos netamente humanos. Aunque cabe preguntarse ¿Quién tiene la mayor responsabilidad en todo esto, la religión o las personas que entran en ella?, la respuesta es lógica, a mayor oferta, mayor es también la demanda. Si una religión ofrece cosas que otras no, es lógico que las personas irán donde sientan que su estabilidad de verdad se pueda lograr. Al entrar ya en ese mundo, se ciegan y logran desarrollar características muy peculiares y que las mantiene alejadas de cualquier otra opción religiosa, estas características son: intolerancia, discriminación, ensimismamiento, creer que sólo ellos tienen la razón, otorgarle un atributo de “divinidad” al líder que los guía, son capaces de abandonar a sus familias con tal de defender su postura. Estas cosas, han dividido a muchas familias, y también es como ha dividido a nuestra sociedad, es horrendo ver cómo discuten por ¿Cuál Dios es real?, imagino a Dios tomándose la cabeza a dos manos con ganas de destruir a toda esta gente que lo único que hace es confundir y alejar cada día más a las personas, de la verdadera verdad y salvación.
Sin duda, todo esto a la larga los conducirá a un camino sin salida, pero ya será tarde para retractarse de todo el daño que han hecho aún en la sociedad, escindiéndola con el fin de alcanzar sus propósitos.
Sin darse cuenta, mucha gente cae en las trampas de estas religiones, que muchas veces son sectas que lo único que tienen de cierto, es su obsesión por el dinero y a través de la ingenuidad de sus seguidores sacarles la mayor cantidad de dinero que sea posible.
Es necesario poner una voz de alerta, que nos permita diferenciar entre una religión o la “promoción de un producto”, porque en el fondo toda religión es una empresa, que mientras ve que su negocio da ganancias, siguen engañando a las personas para seguir haciéndose millonarios gracias a los pulmones de los otros.
En conclusión podríamos resumir que muchas de las religiones hoy existentes, no están por un fin meramente humanitario o de objetivos con respecto al bienestar de las personas, sino mas bien actúan deliberadamente como rotuladoras de estas personas, haciéndolas ejercer
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