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La pasion de cristo.


Enviado por   •  29 de Febrero de 2016  •  Trabajo  •  26.731 Palabras (107 Páginas)  •  328 Visitas

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LA

PASION

DE

CRISTO

CUAXOXOCA TEOLOYUCAN ESTADO DE MEXICO

LA PASÍON DE CRISTO

Narrador: llegaba el momento en que Jesús tenía que salir de la obscuridad a cumplir su misión...

Jesús: madre, ha llegado el momento de poner termino a la obscuridad que me ha rodeado y cumplir con la misión para la cual fui enviado.

María: quieres decir... ¿qué te vas hijo mío?...

Jesús: si... ya es hora de que se deje escuchar la voz del señor en el mundo entero.

María: tienes que pasar a ver a tu primo Juan, el hijo de Isabel, mucha gente de galilea es atraída por su voz.

Jesús: si madre, ese profeta, el último y más grande de todos los del pueblo elegido es mi precursor, es la voz que clama “preparando el camino del señor”, para este fin fue santificado cuando estaba en las entrañas de su madre... hoy mismo dejare Nazaret.

María: ¡como!... ¡hoy mismo!... (Sorprendida)

Jesús: si... ¿porque no?... acaso he querido excusarme de alguna ley, lejos de quebrantarla... estoy en el mundo, para darle fiel cumplimiento, tu misma siendo purísima te sujetaste a ser purificada por el espíritu santo.

María: pero, el bautismo no es un precepto de Israel, y el bautismo se administra a los manchados, y tu no estas manchado... ¡tu no puedes estarlo!...

Jesús: si el bautismo no es una ley, mañana lo será, la ley antigua es dura, y la nueva ley será blanda de gran caridad y dulzura (pausa), ¿te duele que abandone esta casita,  en donde tan felices horas hemos pasado juntos?...

María: no hijo, no me duele que abandones la casa humilde de tu madre, para ir a cumplir tu encomienda, yo ya sabia que para esto te había dado a luz.

Jesús: madre, con mi obediencia te pido permiso para salir a predicar la nueva ley de mi padre y también tu maternal bendición.

María: si de ello necesitas, yo te concedo todo lo que me pidas... que le puede negar a su creador, esta pobre madre... bendigo al padre eterno, por haberme dignado en darme por hijo al verbo divino, te bendigo a ti hijo, anda a predicar la vida de gracia... (María bendice a Jesús) y ahora bendíceme tu también a mi para tener la fe necesaria... (Jesús bendice a María).

Jesús: mi padre y yo te estamos agradecidos, por esta razón serás bendecida por todas las generaciones.

María: yo, humilde esclava del señor, solo aspiro a hacer su santísima voluntad, de dios lo he recibido todo y a dios todo se lo doy con gusto. (Se abrazan)

Narrador: Jesús antes de comenzar su doloroso peregrinar quiso despedirse de su madre y pedirle su bendición, porque era la ultima vez que permanecía en esa casa tan humilde y tan llena de felicidad….

y el pueblo que andaba en tinieblas vio una luz, una gran luz… en aquellos días Juan el bautista predicaba en el desierto. Aquel hombre que había sido enviado antes del hijo de dios, aquel cordero sin mancha que no tardaría en llegar, pero Juan era quien preparaba el camino y predicaba la penitencia del bautismo.

J. Bautista: arrepentiros todos, porque ya esta cerca el reino de los cielos… ha llegado el momento de preparar el camino del señor, de componer sus senderos, que todo valle sea rellenado y tanto la montaña como la colina sean rebajadas, lo tortuoso sea derecho y los caminos ásperos sean allanados para que todos vean la salvación de dios.

Narrador: un día estando Juan el bautista a orillas del rio Jordán llega a el uno de sus discípulos diciéndole:

Discípulo: ¡maestro, maestro!... viene hacia esta ribera del Jordán una turba de fariseos y saduceos y vendrán a impugnar tu doctrina.

J. Bautista: no les temas.

Discípulo: te mataran quizá, maestro.

J. Bautista: así mato Israel a todos sus profetas después de apedrearlos, pero yo os digo que nada podrán contra mí.

Discípulo: se acercan unos hombres… es el tetrarca Herodes acompañado de Herodías, todos los días lo hacen.

J. Bautista: escucha Herodes Antipas, no te tengo miedo… y tu mujer de Felipo… no es licito tener a la esposa de tu hermano, hay de aquellos que abriguen bajo su techo a la mujer adultera, Herodías regresa a Iturea con tu esposo, el te espera… si estas ciega, abre los ojos a mis palabras; si no oyes, abre los oídos a mi voz, que enseña el deber de dios.

Herodes: ¡apártate Juan!

J. Bautista: no escuchan verdad, pero los despiadados mañana ya no lo serán, los arrogantes dejaran de serlo, recordad las palabras de las escrituras, vanidad de lujos, todo es vanidad y hay de aquellos que son sabios a sus propios ojos… ¡pecadores! no olviden las palabras de las escrituras ¿no han sabido?... ¿no han oído?... ¿no les dijeron desde el principio?... ¿acaso no han comprendido los fundamentos de la tierra? un rey gobernara la eternidad y príncipes regirán con justicia, entonces los ojos de aquellos que no pueden ver, ya no estarán cerrados, los que hacen sus obras en la obscuridad clamaran ¿quien los ha visto? ¿Quienes los conocían?

Hay de aquellos que han venido a una nueva vida, venid a su arrepentimiento, venid… ha llegado el momento de preparar el camino del señor, de componer sus senderos y sus caminos ásperos serán allanados y todos verán la salvación de dios.

Fariseo: nosotros somos descendientes de Abraham, dios no podrá condenar nuestra conducta, pues tenemos la fe.

J. Bautista: ¡raza de víboras! ¿queréis acaso huir de la ira de dios con vuestra risa y vuestro escándalo? pues no lo alcanzareis, ¿quién les dijo a vosotros que escaparan del castigo que se acerca?... vosotros que os encerráis en casas de piedra como las víboras, vosotros que sois mas duros que las mismas piedras, vuestro intelecto esta petrificado en la letra de la ley y los ritos, esta petrificado vuestro corazón egoísta, al hambriento que os pidió pan y pusisteis en la mano una piedra y arrojasteis la piedra a quien había pecado menos que vosotros.

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