Los Milagros De Jesús
Enviado por odyssey • 17 de Noviembre de 2014 • 1.355 Palabras (6 Páginas) • 467 Visitas
MOTIVACIÓN
Escuchan atentamente el siguiente hecho de vida:
Juan está casado con María y tiene cinco hijos. Juan ha caído en la borrachera. Ha perdido el trabajo y el sentido de la vida.
Así lleva quince años; con frecuencia abandona el hogar. María trabaja para alimentar a los hijos, Pedro que quiere a Juan le invita a un retiro.
Juan acepta, pero asiste sin ilusión. El padre le habla de cómo el amor es el que cura todas las heridas humanas; esto le motiva y despierta curiosidad por asistir a dicho retiro. Asiste y efectivamente encuentra lo que él buscaba la paz, alegría, libertad, entusiasmo y el gusto por luchar y sobre todo encontrar la felicidad en su familia. Los milagros de Jesús manifiestan la llegada del Reino; el deseo por parte de Jesús es que el hombre tenga vida. Juan reflexiona, ora y siente el amor de Dios para con él, y descubre de nuevo el sentido a su vida. JUAN AHORA ES UN PADRE FELIZ EN SU HOGAR.
RESPONDE LO SIGUIENTE:
1. ¿De qué nos habla este hecho de vida?
2. ¿Qué sucedió con el amigo de Pedro?
3. ¿Cuál es la importancia de los milagros de Jesús?
4. ¿Conoces algún caso parecido al de Juan?
ILUMINACÓN
Hechos 2, 22
Mateo 4, 23-25
EL MILAGRO MORAL DE SU IGLESIA EN LA HISTORIA
La Iglesia fundada por Jesucristo es un milagro moral por su firme establecimiento, por su rápida propagación y por su eterna duración, por la santidad de su doctrina y la santidad de sus fundadores, los apóstoles y sucesores; por su única fe, su moral, sus sacramentos y su régimen jerárquico. Dicha sociedad espiritual tiene la existencia desde hace veinte siglos pese a las dificultades, herejías y cismas que ha tenido que pasar.
PROFUNDIZAMOS
La Iglesia no podría subsistir si Jesucristo, su fundador, no fuese Dios. La Iglesia prueba entonces que Jesucristo es Dios.
LOS MILAGROS EVIDENCIAN LA LLEGADA DEL REINO DE DIOS AL MUNDO.
Los evangelios nos presentan los milagros de Jesús como señales que nos anuncian que con Él ha llegado el Reino de Dios.
Jesús corrobora ante la pobreza y el sufrimiento de quienes encuentra en su camino, que realiza una actividad eficaz y extraordinaria a favor de los necesitados: nos referimos a los milagros, en los cuales centramos ahora nuestra atención.
El milagro es una intervención extraordinaria de Dios. Es una acción divina por encima de las fuerzas del orden natural.
Jesucristo realiza innumerables milagros en público y privado en presencia de amigos y de enemigos; en las ciudades y en los despoblados.
LOS MILAGROS, SIGNOS DEL PODER DE DIOS
La función principal de los milagros de Jesús es suscitar en los hombres la fe en Él.
Son signos ciertos de su divinidad, acomodados a la inteligencia de todos los hombres.
Prueban su divinidad, por cuanto todo lo que Él hizo supera todo el poder de la criatura y, por consiguiente, no pudo ser realizado sino por el poder divino.
Son signos de que Jesús posee el mismo poder de Dios. Por tanto, son una invitación a reconocer en Jesús al enviado del Padre, al Mesías prometido.
Son un signo para creer en Jesús y en su misión. No llevan automáticamente a la fe; de hecho, los fariseos, por ejemplo, se mantuvieron en su rechazo a Jesús pero son un camino hacia ella.
Manifiestan un poder sobre la naturaleza, sobre la enfermedad, sobre la muerte y sobre los demonios.
Jesús no hizo milagros para alardear de su poder o para maravillar a la gente. Los milagros deben ser considerados a la luz de su actividad salvadora; es decir, son signos que hacen presente el Reino de Dios
¿QUE ES UN MILAGRO? El milagro es «un hecho producido por una intervención especial de Dios, que escapa al orden de las causas naturales por El establecidas y destinado a un fin espiritual» Es lógico que el Creador pueda actuar por encima de las leyes naturales creadas por El mismo, cuando esa actuación no sea contradictoria. Dios no puede hacer que un círculo sea cuadrado o que lo frío sea a la vez caliente. Pero puede hacer que lo frío se haga repentinamente caliente o que se suspenda por un tiempo la ley de la gravedad. Ahora bien, para realizar esa acción extraordinaria, y tan poco habitual, debe existir un motivo.
El milagro pasa así a ser signo de algo que Dios quiere manifestar a los hombres. Los motivos por los que Dios otorga el poder de hacer milagros al hombre son dos:
1º Para confirmar la verdad de lo que uno
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