Magia, Brujería, Hechicería Y Religión
Enviado por MaslowsWife • 21 de Abril de 2013 • 964 Palabras (4 Páginas) • 705 Visitas
En un sentido amplio la magia es el arte de producir en la naturaleza cosas que no están en el poder de los hombres, empleando ciertas ceremonias.
Magia proviene del latín magus que significa el arte de realizar hechos sorprendentes y extraordinarios. Así, para algunos la llamada magia blanca o también llamada natural, emplea causas naturales para provocar efectos con apariencia de sobrenaturales o maravillosos.
Magia y Religión
Algunos sociólogos y psicólogos pretenden encontrar un origen común para la religión y para la magia. Sin embargo, existen marcadas diferencias entre una y otra. No obstante, para tranquilidad de psicólogos y sociólogos y para clarificarles su mente es bueno formular una distinción inicial. En el acto religioso se impetra el favor de la Divinidad mediante oraciones y sacrificios en una actitud de humilde sumisión, donde el verdadero orante pide pero al mismo tiempo se somete al arbitrio de Dios. Lo respeta y lo teme; tiene fe y esperanza; pide pero no exige. En contraste, en la práctica mágica sucede todo lo contrario. No hay sacrificio, no hay actitud de sumisión sino un acto de voluntad. Y si se evoca a un espíritu o demonio, el conjuro tiende a obligarlo a conceder aquello que se busca. Además, el acto mágico es secreto, se consuma mayormente en tinieblas y lejos de los espectadores, y casi siempre con la participación de los llamados iniciados, puesto que las fórmulas no están al alcance de todos y generalmente no van por escrito sino que se transmiten en forma oral.
Según J. Maxwell “puede aplicarse la magia al dominio de las fuerzas de la naturaleza, o en su caso, a seres preternaturales, genios, demonios o espíritus En el primer caso se trata de la magia propiamente dicho, en el segundo caso estamos en presencia de las llamadas ciencias ocultas” (P. 9 ob. cit. Los Demonios y las Brujas. J. L. Pagano. Ediciones de la Universidad Católica Argentina).
Brujería
A diferencia de la magia, la brujería es intervención diabólica plena. Un mago podrá decir que no quiere tratos con el demonio; pero la bruja, como tal, no puede negarlo porque la esencia de la brujería está en íntima relación con los demonios. Así por ejemplo una curandera, una adivinadora o quien tira las cartas o el Tarot pudiera horrorizarse cuando se le impute que sus acciones se deben al demonio; en cambio, el verdadero brujo o bruja si lo niega, miente rotundamente.
Así pues el brujo o bruja es una persona que conociendo la Ley de Dios, trata de establecer mediante determinados procedimientos un pacto con el Diablo. También podemos decir que la bruja es una mujer que según creencias corrientes, realiza actos extraordinarios por haber hecho un pacto con el Diablo. Así como en la astrología, la quiromancia (el arte adivinatorio) y la observación de los augurios (los que entienden el canto y el vuelo de las aves) dependen de una invocación tácita de los demonios; en la brujería se constituye un crimen diferente, porque sus intenciones son siempre malignas y se apoyan en
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