Metaleros
Enviado por MILENA1223 • 29 de Junio de 2015 • 816 Palabras (4 Páginas) • 253 Visitas
idolatría
Adoración o culto que se rinde a un ídolo.
Origen.
Por qué sucede que si Dios se ha revelado tan claramente a sí mismo y a su verdad, hay tantos que lo ignoran completamente? Se nos da la repuesta: "Porque habiendo conocido a Dios, no le glorificaron como a Dios, ni le dieron gracias". Hay algo que Dios ha dado como signo y sello de su divinidad, que es el sábado. Refiriéndose al hombre, dice, "Y diles también mis sábados, que fuesen señal entre mí y ellos, para que supiesen que yo soy Jehová que los santifico" (Eze 20:12). El hombre sabio percibe el poder y la divinidad de Dios, mediante las cosas que El creó, y el sábado es el gran memorial de la creación. "Acuerdate del día de sábado para santificarlo. Seis días trabajarás y harás tu obra. Pero el sábado es el día de reposo del Señor tu Dios. No hagas ningún trabajo en él; ni tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu criada, ni tu bestia, ni tu extranjero que está dentro de tus puertas. Porque en seis días el Eterno hizo el cielo, la tierra y el mar y todo lo que contienen, y reposó en el séptimo día. Por eso, el Señor bendijo el sábado y lo declaró santo" (Exo 20: 8-11). Si el hombre hubiese guardado siempre el sábado, tal como éste fue dado, jamás habría existido la idolatría, ya que el sábado revela el poder de la Palabra del Señor para crear y obrar justicia. El hombre se entregó a la vanidad de pensamiento, y "el necio corazón de ellos fue entenebrecido". Referente a las especulaciones de los antiguos filó- sofos, dijo Gibbon, "su razón se guiaba frecuentemente por su imaginación, y su imaginación por su vanidad". El trayecto de su caída fue el mismo que el ángel que se convirtió en Satanás. "¡Cómo caíste del cielo, oh lucero, hijo de la mañana! Cortado fuiste por tierra, tú que debilitabas a las gentes. Tú que decías en tu corazón: Subiré al cielo, en lo alto junto a las estrellas de Dios ensalzaré mi solio, y en el monte del testimonio me sentaré, a los lados del aquilón; Sobre las alturas de las nubes subiré, y seré semejante al Altísimo" (Isa 14:12-14). ¿Cuál fue la causa de su exaltación y caída? "Enaltecióse tu corazón a causa de tu hermosura, corrompiste tu sabiduría a causa de tu resplandor" (Eze 28:17). Siendo que toda su sabiduría y la gloria que tenia dependía enteramente de Dios, no glorificó a Dios, sino que asumió que todos sus talentos se originaban en sí mismo: y de esa forma, al desconectarse en su orgullo de la fuente de luz, se convirtió en el príncipe de las tinieblas. Y así ocurrió con el hombre. En la naturaleza vemos la manifestación de un magnífico poder, pero en realidad, es la obra de Dios. Las diversas formas de poder que los filósofos clasifican, y que cree en inherente a la materia, no son más que la obra de la vida de Dios en las cosas que El creó. Cristo "es
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