Mitosis

¿Y TU CUANTO CUESTAS?

A través de los años la tecnología ha ido avanzando y evolucionando, así como la información que llega a oídos de la población mundial pero en este caso se tomarán en cuenta a México y Estados Unidos.

Entre ambos países no hay un punto de comparación como en la cultura, tradiciones, costumbres, tecnología, etc. pero tampoco hay un equilibrio en la información que se maneja y llega a la población en general, haciendo que unos se sientan superiores o inferiores (según sea el caso) a las personas del país vecino, mas sin embargo ambos países necesitan el uno del otro.

Cabe mencionar la importancia que tiene el uno para el otro, ya que México por ejemplo, es de suma importancia para los Estados Unidos, ya que ellos como potencia mundial se han hecho de sus propios productos y marcas, exportándolos y encontrando en México uno de sus principales consumidores a nivel internacional pero la importancia de los Estados Unidos para México (aparte de una “estabilidad” económica)es que hemos encontrado en dichos productos una forma y hasta una necesidad de vida como por ejemplo refrescos, ropa, alimentos, tecnología, televisión, etc. es así lo que representa un país para el otro.

Pero la realidad es que con el avance tecnológico ha sido más fácil generarles a las personas necesidades innecesarias, logrando así un gran ingreso de capital para altos funcionarios y un supuesto “beneficio” al consumidor.

Pero el medio con el que se ha logrado generar dichas necesidades es la televisión ya que es el medio más influyente porque acapara la atención auditiva, visual y hasta llega a involucrar los sentimientos de las personas para animarlas a adquirir o consumir cualquier producto y si a esto le agregamos el valor que representa el tener un televisor en casa, éste llega a convertirse en un miembro más de la familia.

La situación entre ambos países se rige basándose en negocios, los cuales sólo genera beneficios y comodidades a las personas de alto mando e ignorando a la gente común y corriente pero gracias al manejo de la información que se nos hace llegar por la televisión llegamos a ser altos consumidores, generando altos ingresos y lo peor es que hasta vemos a los norteamericanos “superiores” minimizándonos a nosotros mismos y lo peor es que creemos que eso está bien y seguimos un estereotipo ya establecido.

Por éstas y muchas otras razones es válido preguntarnos ¿Y nosotros cuánto costamos? ¿Yo cuánto cuesto? ¿Y tu cuánto cuestas? Porque para ambos dirigentes sólo somos archivos vacíos que deben ser llenados de información para servir a un sistema ya establecido de varios años atrás.

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