Monseñor Isaías Duarte Cancino Apóstol de Paz
Enviado por rlpena • 12 de Julio de 2013 • 600 Palabras (3 Páginas) • 411 Visitas
“Monseñor Isaías Duarte Cancino Apóstol de Paz”
Monseñor Isaías Duarte Cancino, nació en san Gil (Santander) el 15 de febrero de 1939, fue el menor de siete hermanos en un hogar cristiano y honorable. Curso bachillerato en Bucaramanga en el colegio Santander. Consciente de la importancia de su formación, con recursos familiares, fue a la Universidad Gregoriana en Roma, a cursar Teología. Allí acrecentó su amor al santo padre y a la iglesia.
Se desempeñaba como Vicario de Pastoral Arquidiocesano, cuando nombrado Obispo Auxiliar de Bucaramanga el 10 de abril de l985 por su Santidad Juan Pablo II, recibiendo su ordenación episcopal el 17 de junio de dicho año. Este cargo de Obispo Auxiliar lo desempeñó hasta 1988, fecha en que se creó la Diócesis de Apartadó, siendo designado por el Santo Padre como su primer Obispo. El 19 de agosto de l995, el Santo Padre Juan Pablo II, le dio traslado a la Arquidiócesis de Cali, sede metropolitana, de la que tomó posesión el sábado 23 de septiembre de 1995.
Monseñor Duarte, fue reconocido por su intensa labor pastoral a favor de la paz y de la reconciliación, destacándose su trabajo en la promoción de los procesos de paz con grupos de autodefensas campesinas y el ejército popular de liberación (EPL), durante su servicio pastoral como Obispo de Urabá
Monseñor Isaías Duarte Cancino fue considerado apóstol de paz por fomentar la igualdad de los derechos humanos, actuando como modelo a seguir y ejerciendo su cargo con carácter, valor y firmeza en la lucha contra criminales, narcotraficantes, gobernantes y empresarios corruptos, nunca demostró miedo al enfrentar a las personas que hacían daño a la sociedad hasta el punto de excomulgar criminales, denunciar narcotraficantes, luchar por la rectitud, honestidad y buen manejo del poder político y empresarial. Su justicia estaba en el servir a Dios y a los discípulos de su comunidad y su país luchando por su bienestar y estabilidad.
Su misión en la Iglesia y con todos los colombianos, de toda clase, raza o condición, fue siempre y únicamente de entrega en Cristo. Tío Isaías sirvió a la Iglesia con amor firme y vigoroso, con transparencia y sabiduría, con la energía y fortaleza de un buen pastor, con la fidelidad y el valor de un mártir. Fue un excelentísimo servidor de la Iglesia y un faro de luz para muchos colombianos que encontramos en él una voz de aliento ante la adversidad del narcotráfico, la ausencia de valores, la pobreza o el conflicto.
Entre sus obras están el Centro de Investigaciones Religiosas; La Casa de Evangelización; los Samaritanos de la Calle, que brindan alimento y ayuda a los pobres de Sucre y El Calvario, y la obra social Ser Gente, que atiende a cientos de mendigos en El Hoyo y El Piloto. Fundó el centro "Compartir" para atender viudas y huérfanos de la violencia en Colombia. Su labor por la paz fue reconocida
...