Muerte: Morir en un acto de perfecta caridad hacia ti
Enviado por Ingrid Gissel Xicotencatl Ortega • 5 de Octubre de 2021 • Ensayo • 528 Palabras (3 Páginas) • 225 Visitas
Muerte: Morir en un acto de perfecta caridad hacia ti
Para los cristianos la muerte no debe representar una experiencia de temor o miedo, sino la certeza de saber que es nuestro fin último en donde nos encontraremos cara a cara con Jesús y esta verdad es la que debería de permear toda nuestra vida, el sentido de nuestra existencia. Si el paso aquí en la tierra es tan corto comparado con la eternidad que nos espera y nada se asemeja ni en una mínima parte a la dicha de vivir eternamente alabando y contemplando a Dios en su Gloria, ¿no vale la pena enfocar toda nuestra vida en alcanzar esta meta?
Es fácil perder de vista este fin, sobre todo cuando no se tiene a Dios presente en la vida de las personas, o cuando la fe esta tambaleante a causa de la ignorancia, de la pereza en el conocer y formarse o simplemente por el rechazo, sin embargo, es nuestro deber como cristianos preocuparnos y ocuparnos de hacer conciencia sobre esta verdad, analizar día con día si todo lo que hice, dije y pensé me conduce a esta realidad, si deje de hacer el bien, cuanto bien hice, si hice u ocasione el mal y sobre todo cuanto amé porque será la medida en que iré avanzando en el camino correcto a esta meta: la muerte que en realidad es la vida y la vida eterna y más que eso EL ENCUENTRO PERSONAL CON DIOS CARA A CARA.
Vivir con mira hacia lo eterno, con la confianza puesta en Dios, teniéndolo como centro de nuestra vida da un panorama completamente distinto de nuestro paso por la tierra, de la vida temporal, sabiendo que en esta vida las únicas cosas que tienen sentido son aquellas que se hacen por y con amor, si pongo esto en cada día, en cada obra, en cada palabra, en cada pensamiento estaré yendo por el camino correcto, claro que no es un camino fácil, pues este mundo está lleno de distracciones, vanas añoranzas, bombardeos de relativismo y hedonismo en donde la mayoría quiere placer instantáneo con el mínimo esfuerzo, las esperas ya no son atractivas y las frases de moda son: “sólo hay una vida, vive como quieras”, “disfruta la vida, sólo tienes una”, hay que estar alertas, pidiendo a Jesús que nos enseñe a vivir correctamente aquí, a amar sin medida como Él nos enseñó, a abrazar la Cruz de cada día, a ser pacientes en la espera para que algún día podamos disfrutar de la verdadera vida para la cual fuimos creados, la que no tendrá fin.
Por tanto, la muerte no debe ser una experiencia de temor o preocupación, claro que enfrentarse a esta realidad es duro pues somos humanos, no obstante, hay que preparar nuestra alma, para que en el momento que Dios nos llame a su presencia, aunque jamás seremos dignos, tengamos la alegría de encontrarnos con Él, de entregarle nuestro mejor esfuerzo y tener la confianza de que estaremos transitando a la plenitud, regresando a nuestro origen, pues como dijo San Agustín: «Nos has hecho, Señor, para ti y nuestro corazón está inquieto hasta que descanse en ti».
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