Navidad De Consumo

La navidad, día donde no se puede estar ajeno . Mientras por el lado "desarrollado" del mundo se abren regalos pomposos y se brinda por buenos deseos para el siguiente año, en países como RUANDA, ETIOPIA, LA INDIA vivirán otra navidad de hambre y dolor.

Increíble como los templos del libre mercado, llámense tiendas, centro comerciales o como le llaman los siúticos mall se encuentran completamente llenos de personas que se arreglan el pelo todo los días frente a un espejo, más no son capaces de engalanar corazón.

Ante un orden universal extremadamente injusto donde según la FAO Food and Agriculture Organization (Naciones Unidas). 100 mil personas mueren de hambre (o por causas de sus consecuencias inmediatas) cada día. Esto pasa en un planeta donde según la FAO en condiciones normales con 2700 calorías por día para un adulto normal se podría alimentar a 12 mil millones de seres humanos y tan solo somos 7 mil millones.

Con la mano en el corazón compartiendo el sentimiento de incomprensibilidad, absurdez, impotencia e injusticia con los pobres del mundo. Como planteó el pensador austriaco Ivan Rech En una sociedad de consumo hay, inevitablemente dos clases de esclavos, los prisioneros de la adicción y los presos de la envidia. Yo intento no ser parte de esto, pues si Buscamos felicidad en los bienes externos, en las riquezas, el consumismo es la forma actual del súmmum bonum (el bien máximo). Pero la figura del “consumidor satisfecho” es ilusoria; el consumidor nunca está satisfecho, es insaciable y, por lo tanto, no es feliz. En lo países ricos el consumo consiste en personas que gastan dinero que no tienen para comprar bienes que no quieren, para impresionar a personas que no aman.

Pueden tildarme de iluso o ingenuo pero en mi corazón guardo la fe y la esperanza de que aunque quizás no lo vea con mis ojos, a sociedad consumista, cegada por el mercado, la sucederá otra que se caracterizara por el hecho trascendente de que no dejara de lado la justicia social y la solidaridad.

Solo me queda desearles una feliz navidad que les traiga de las pequeñas grandes cosas que pueden hacer de tu vida especial: SALUD, AMOR, FE, ESPERANZA y lo más importante la PAZ de Dios que sobrepasa todo entendimiento guarde tu corazón y pensamiento en Cristo Jesús.

Hemos construído un sistema que nos persuade a gastar el dinero que no tenemos en cosas que no necesitamos, para crear impresiones que no durarán en personas que no nos importan. Emile H. Gauvreay

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