ORACIONES DE LA SANGRE PRECIOSA

Recuerda: la oración es el vínculo que une al cielo con la tierra. Cuando oras estás hablando con dios. Empieza así tu día: señor! sea ésta mi oración como incienso que suba hasta tú trono con olor de suavidad. Sé que soy imperfecto pero también sé que tú eres misericordioso. Te ofrezco todo lo mejor que hay en mí. Úsame como tú quieras que yo vaya a servirte con amor. Gracias por aceptar mi pobre ofrenda!

Que tu oración sea corta, pero sentida, salga del fondo de tu corazón en vuelta en el más puro amor divino.

SANGRE DE CRISTO (CANTO)

Sangre poderosa, sangre de Jesús, sangre que nos salva, sangre del amor, sangre que nos lava, que nos da la vida eterna, sangre de pureza que anulaste a satanás, con tu sangre me protejo, oh mi dios mi salvador, en tu sangre me sumerjo con todo mi corazón, es la sangre del cordero, es la sangre de Jesús, es la sangre que yo llevo y me da liberación, es la sangre del cordero, es la sangre de Jesús, es la sangre que yo llevo porque soy hijo de dios.

Sangre bendita del cordero inmaculado, te adoro, te alabo y te bendigo y reconozco en cada momento que gracias a ti fue realizada la misericordia de dios, nos alcanzaste la salvación, tuviste que ser derramada en la cruz, para que se pagara toda la deuda del pecado del hombre, por eso te adoro, te bendigo, te doy gracias por ese amor divino que me has mostrado, porque fuiste tú misma la vida de cristo, estuviste en él, por ti, por Ada , se comunicaba con el padre celestial en todo momento.

Sangre poderosa, sangre de Jesús, sangre que nos salva, sangre del amor, sangre que nos lava, que nos da la vida eterna, sangre de pureza que anulaste a satanás, con tu sangre me protejo, oh mi dios mi salvador, en tu sangre me sumerjo con toda mi corazón, es la sangre del cordero, es la sangre de Jesús, es la sangre que yo llevo y me da liberación, es la sangre del cordero, es la sangre de Jesús, es la sangre que yo llevo porque soy hijo de dios.

En tu nombre, con tu poder quede todo a un lado, quedemos liberados, quedemos desatados, quedemos libres de todo daño o mal causado por el enemigo, no tiene ningún poder contra nosotros, porque la sangre del cordero inmaculado está a nuestro favor. SANGRE BENDITA DEL CORDERO INMACULADO LÍBRANOS DEL MAL. AMÉN.

ORACION DE LA SANGRE DE CRISTO

Señor Jesús, en tu nombre, con el poder de tu sangre preciosa SELLAMOS TODA PERSONA, HECHOS, O ACONTECIMIENTOS A TRAVÉS DE LOS CUALES EL ENEMIGO NOS QUIERA HACER DAÑO. Con el poder de la sangre de Jesús sellamos toda potestad destructora en el aíre, en la tierra, en el agua, en el fuego, debajo de la tierra, en las fuerzas satánicas de la naturaleza, en los abismos del infierno, y en el mundo en el cual nos moveremos hoy. Con el poder de la sangre de Jesús rompemos toda interferencia y acción del maligno. Te pedimos Jesús que envíes a nuestros hogares y lugares de trabajo a la Santísima Virgen, acompañada de San Miguel, San Gabriel, San Rafael y toda su corte de Santos Ángeles.

Con el poder de la Sangre de Jesús, séllanos nuestra casa, todos los que la habitan (Nombrar a cada una de ellas), las personas que el señor enviará a ellas, así como los alimentos y los bienes que el generosamente nos envía para nuestro sustento, con el poder de la sangre de Jesús sellamos tierras, puertas, ventanas, objetos paredes, pisos, y el aíre que respiramos, en fe colocamos un circulo de sangre alrededor de nuestra familia, con el poder de la sangre de Jesús, sellamos los lugares donde vamos a estar este día, las personas, empresas o instituciones con las que vamos a tratar. Con el poder de la sangre de Jesús, sellamos nuestro trabajo material y espiritual, los negocios de toda nuestra familia, los vehículos, las carreteras, por aire, por mar, vías y cualquier medio de transporte que habremos de utilizar. Con tu preciosa sangre sellamos los actos, mentes, corazones, de todos los habitantes y dirigentes de nuestra patria a fin de que tu paz y corazón al fin reine en ella. Te agradecemos señor Jesús tu sangre, y por tu vida ya que gracias a ella hemos sido salvados y preservados de todo lo malo. Amén.

ORACION CONTRA LOS PECADOS DE LA CARNE

Padre Santo y Misericordioso, Tu hijo Unigénito está desnudo a la vista de todos los hombres, para que tu pueblo conozca y tema tu santa Ley. Acepta mi humilde oración por todo tu pueblo que vive en iniquidad, fornicación y adulterio, para que a través de la vergüenza y la desgracia que soporto tu hijo único, toques sus vidas, para que se conviertan y se salven. Que ellos a través de la Sangre Preciosa de Tu Hijo Jesucristo, la cual te suplico caiga sobre sus cabezas, se conviertan y salven, y a través de Su vergüenza se arrepientan. Amen

AFIRMACIÓN CONSTANTE

¡En donde está dios no hay derrota!

Y él está aquí conmigo,

Porque Yo siempre estoy con él.

JUSTO JUEZ

EN EL NOMBRE DEL PADRE, DEL HIJO Y DEL ESPÍRITU SANTO. AMÉN.

Señor Jesucristo, Dios de vivos y muertos, Eterno Sol de Justicia, encarnado en el casto vientre de la Virgen María, por la salud del linaje humano, Justo Juez, Creador del Cielo y de la Tierra, y muerto en la Cruz por mi amor. Tu que fuiste envuelto en un sudario y puesto en un sepulcro del que al tercer día Resucitaste vencedor de la muerte y del Infierno. Justo y Divino Juez, oye mis súplicas, atiende a mis ruegos, escucha mis peticiones y dales favorable despacho.

Tu voz imperiosa serenaba a las tempestades, sanaba a los enfermos y resucitaba a los muertos como a Lázaro y al hijo de la viuda de Nahím. El imperio de tu voz ponía en fuga a todos los demonios, haciéndolos salir de los cuerpos poseídos, y dio vista a los ciegos, habla a los mudos, oído a los sordos y perdón a los pecadores, como a la Magdalena y al paralítico de la piscina. Tú te hiciste invisible a tus enemigos, a tu voz retrocedieron cayendo por tierra en el huerto, los que fueron a aprisionarte, y cuando expirabas en la Cruz, a tu poderoso acento se estremecieron los orbes.

Tú abriste las cárceles a Pedro y lo sacaste de ellas sin ser visto por la guardia de Herodes; tú salvaste a Dimas y perdonaste a la adúltera. Te suplico, Justo Juez, me liberes de todos mis enemigos, visibles e invisibles. La sábana santa en que fuiste envuelto me cubra; tu sagrada sombra me esconda, el velo que cubrió tus ojos ciegue a los que me persiguen, y los que me deseen mal ojos tengan y no me vean, manos tengan y no me tienten, oídos tengan y no me oigan,

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