Perdonado
Enviado por Lesly Evelyn • 9 de Mayo de 2017 • Apuntes • 1.875 Palabras (8 Páginas) • 235 Visitas
PERDONADO
Introducción: Dios envió un mensaje al mundo a través de Jesús, a través de la sangre, a través de la cruz hubo un mensaje de aceptación, de perdón, de gracia y de reconciliación para todos nosotros. Esperamos que hoy en diferentes escenas logres identificarte con algunas historias bíblicas conectándose con el amor y la gracia del cielo que fue demostrado en cada una de estas experiencias
Endemoniado Gadareno: tanto tiempo atado a esas cadenas sin poder salir, la gente no me miraba no me tocaba, no se acercaban a mí, te puedes imaginar tanto tiempo sin prácticamente existir, sin poder tomar una decisión en tu vida, pero él, el se acerco a mí, el no tuvo miedo de mi condición física ni de mi estado mental. El se acerco y con poder me sano y hoy yo puedo testificar que soy libre. Finalmente soy libre. Quiero decirle a todo el mundo lo que dios ha hecho en mi vida, quiero decirles que él es todo para mí. El me sano.
Hombre 1: tantas cosas que se escuchan rumores, ¿será verdad?
Hombre 2: yo estaba allí en la casa de Pedro cuando rompieron el techo y bajaron al paralitico, yo vi el milagro con mis propios ojos, acaso crees que es solo una mentira.
Mujer: no él dice la verdad, ustedes han visto alguna persona que pierda las esperanzas de vivir. El creía que su condición era por todos los pecados que había cometido. Pero al escuchar de los milagros de Jesús le insistí y le dije vamos a la casa de Pedro, yo no conozco mucho de Jesús pero creía en el.
Paralitico: pero al llegar a la casa de Pedro la casa está repleta de personas y las personas se escuchaban desde afuera.
Hombre 1: pero tu quien eres nos tienen confundidos
Paralitico: espérate déjame explicarte. Yo quería ver a Jesús pero estaba paralitico y no podía verlo se me habían acabado las esperanzas. De momento Andrés insistió, insistió a que fuéramos a la casa de Pedro. Y en unos minutos poco a poco me fueron llevando al techo de la casa de Pedro y ahí fui descendiendo poco a poco hasta estar frente a frente a la cara del maestro. Pero lo más triste de todo, no me sentía triste por mi condición de paralitico sino por la condición de pecador. Porque en ese instante el maestro al mirarme cara a cara, me dijo hijo tus pecados te son perdonados. Pero no solamente eso yo sabía que el maestro no estaba mirando mi condición de paralitico sino la de pecador, la culpa del pecado que me embargaba y de momento nuevamente me miro a los ojos y me dijo: toma tu lecho levántate y vete a tu casa. Y ahí sentí un estremecimiento en mi cuerpo, empecé a sentir un poder increíble y empecé a brincar, todo parecía como si fuera un sueño.
Ciego: un sueño, muchas personas tienen un sueño. Un sueño es ver el rostro de tu padre, ver el rostro de tu madre. Y ese día yo estaba ahí en una esquina solo como siempre y escuche un tumulto, que alguien dijo es Jesús, y entonces yo corrí y dije Jesús hijo de David ten misericordia de mi. Y ellos me hacían callar, cállate, nadie te quiere. Y entonces yo clame mas fuerte Jesús hijo de David ten misericordia de mi y ellos me echaban a un lado pero yo no me calle y dije Jesús hijo de David ten misericordia de mi. Y entonces algo increíble sucedió, el se acerco y cuando todos me habían rechazado el pronuncio estas palabras hijo tu fe te ha sanado, yo ya puedo ver porque el hijo de dios me dio la vista, porque el hijo de dios me sano, porque el mesías vino hasta mi. Por eso es que yo le doy la gloria y el honor porque él me sano.
♪♫CREO EN TI - RECIBE TODA LA GLORIA♪♫
Mujer del flujo de sangre: fueron 12 años, doce largos años, muchos, ni siquiera conocía mi nombre, solo me llamaba la mujer del flujo de sangre. Pasaban los años y en lugar de ir mejorando mis fuerzas se iban agotando. Hubieron días en que me pregunte una y otra vez ¿hasta cuándo?, los médicos ya nada podían hacer, había gastado todo lo que tenia, lo había ya intentado todo, fue ahí donde me sentí tan sola. No es fácil vivir con el rechazo y repudio de todos, no podía ir al templo o compartir con nadie a mí alrededor. Fue en ese momento en el que me sentía agotada, oí que el maestro pasaba por la ciudad, oí que Jesús pasaba por mi ciudad. Y en ese momento decidí arriesgarlo todo e ir en busca de él. Si logro siquiera tocar el borde de su manto, quedare sana pensé, pero como hacerlo si la multitud me rodeaba y si me reconocen ¿qué podría hacer?, que opción tenia sin dinero, sin amigos y sin solución. Lo único que yo tenía era esa esperanza sublime de que solo él podría ayudarme. Con mucho temor comencé a caminar entre la multitud. Me fui detrás de Jesús para que el no me viera. La multitud me empuja, me apretaba, era difícil, mas sin embargo yo extendí mi mano e intente tocarle y apenas alcance el borde de su manto y sentí algo maravilloso, algo que hacia tantos años mi corazón había anhelado. Al instante sentí como mi enfermedad se había ido. Cuando en ese momento Jesús se detiene y pregunta ¿quien me ha tocado?, el supo al instante que poder había salido de él. Y me empezó a buscar entre la multitud. Si yo sabía que él me buscaba a mí. Y en ese momento ya no me pude callar más, y llorando me lancé a sus pies confesándole que fui yo quien lo toco. Pensé que moriría, mas Jesús, en lugar de rechazarme, me llamo hija, hija a mí, a quien por tantos años habían llamado inmunda. Mas el inclinándose hacia mí, me dijo con tanto amor hija ve en paz porque tu fe te ha sanado. Si, el siempre estuvo allí, mas el milagro se produjo al solo yo extenderle mi mano y fue allí donde comprendí el tierno y gran poder de Jesús.
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