¿Por Qué Tenemos Religión?
Enviado por CelinShinoda • 5 de Mayo de 2014 • 820 Palabras (4 Páginas) • 189 Visitas
Puntos de vista. Algunos lo han explicado desde el propio matiz religioso, como la necesidad producto de un mandato divino, y por lo tanto, sin necesidad de justificación. En tanto, otras personas, en oposición a ese punto, la han explicado como producto y símbolo de ignorancia, incluso como un reflejo de debilidad y fragilidad mental. Planteamiento La religión se ha explicado de muchas maneras. Se habla de ella a partir de sus orígenes históricos, como fenómeno antropológico, como fenómeno social. Generalmente estos puntos de vista no están exentos de pasiones: desde los teólogos que toman como punto de partida la revelación bíblica y a partir de ahí justifican la existencia del mundo, hasta puntos radicalmente opuestos como los del positivismo, que considera a la religión como el estado intelectual más primitivo de explicarse el mundo. Pero más allá de estas polémicas, tenemos frente a nosotros una pregunta mucho más profunda: ¿Por qué tenemos religión? Ese “por qué” lo podemos dilucidar a través de los conocimientos que nos proporciona la psicología. El ser humano es un ser limitado. Si suponemos al hombre (como especie, es decir, como hombre y mujer) en su estado más primitivo, cuando ha satisfecho sus necesidades vitales y no corre ningún peligro, una noche observando la inmensidad de la bóveda celeste, se hace consciente de lo pequeño que es en relación al infinito. Piensa en los miembros del clan que murieron durante una cacería, por una enfermedad o por alguna enfermedad o cataclismo. Piensa en los fuertes animales a los que persigue o que lo persiguen. Se hace consciente de que es limitado y endeble. Este sentimiento es la angustia cósmica: la angustia ante lo infinito. En este estado de angustia, el ser humano busca una explicación a su limitación, entender el por qué siendo un animal tan débil, tan en desventaja, se encuentra en este mundo. Quiere saber cuál es su finalidad. Ante su finitud y las dudas sobre el sentido de su vida, le surge otra necesidad: la trascendencia. La trascendencia es la idea de que el ser humano tendrá una continuidad en su existencia, que todo aquello que hace no se pierde y acaba con la muerte. Los niños son, entre los seres humanos, los más frágiles y desvalidos. El niño tiene la necesidad de ser atendido y comprendido por aquellos que los rodean, por los adultos. Y a la vez, el niño se aferra a esas entidades superiores, sus padres y los ancianos del clan, de quienes recibe la protección y el conocimiento. El ser humano adulto comprende que al igual que el niño tiene en sus padres una entidad superior y protectora, también él requiere la protección de una entidad superior. En muchos casos se pensó a estas entidades con la misma estructura y jerarquía de la relación familiar: Un gran guerrero de la tribu, y la matrona del clan, después de su muerte, permanecen y trascienden: protegen al clan, propician la cacería, los defienden de otros clanes…
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