¿Quién Es El Mayor En El Reino De Los Cielos?
Enviado por • 13 de Marzo de 2014 • 1.534 Palabras (7 Páginas) • 389 Visitas
¿Quién es el mayor en el reino de los cielos?
Creo que cuando nos hacen esta pregunta: ¿Quién es el mayor en el reino de los cielos?; sin dudar la mayoría respondemos en forma casi automática "los niños". Pues Jesús así lo enseño, o así lo hemos escuchado.
Pero ¿que entendemos verdaderamente al respecto?
Es muy fácil repetir y decir firmemente, que de los niños es el reino de Dios; pero ¿lo creemos?, ¿lo entendemos? y ¿lo practicamos?
Y le presentaban niños para que los tocase; y los discípulos reprendían a los que los presentaban. Viéndolo Jesús, se indignó, y les dijo: Dejad a los niños venir a mí, y no se lo impidáis; porque de los tales es el reino de Dios. De cierto os digo, que el que no reciba el reino de Dios como un niño, no entrará en él. Y tomándolos en los brazos, poniendo las manos sobre ellos, los bendecía. (Mar 10:13-16)
Si leemos lo que nos escribió Marcos, veremos que de tales que son como niños, es el reino de los cielos. Para poder recibir el reino de Dios, hay que hacerce como niños.
Nosotros sabemos que los niños tienen muchas características especiales, son sinceros, directos, crédulos, simples, humildes, dependientes, viven el día, etc, etc.
¿Pero cual es la principal característica que Jesús resalta de los niños que debemos imitar?
Si leemos lo escrito por Mateo nos quedará más claro y veremos cual es la principal característica que debemos practicar, para ser grandes en el reino de los cielos...
En aquel tiempo los discípulos vinieron a Jesús, diciendo: ¿Quién es el mayor en el reino de los cielos? Y llamando Jesús a un niño, lo puso en medio de ellos, y dijo: De cierto os digo, que si no os volvéis y os hacéis como niños, no entraréis en el reino de los cielos. Así que, cualquiera que se humille como este niño, ése es el mayor en el reino de los cielos. Y cualquiera que reciba en mi nombre a un niño como este, a mí me recibe. (Mat 18:1-5)
Es la humildad, la principal característica de los niños que nos permite no sólo entrar, sino ser grandes en este nuevo reino de Dios. En los versos anteriores nos queda muy claro, que lo que Jesús resalta de los niños es la humildad, antes que cualquier otra cualidad. Esto que es completamente diferente a lo que acostumbramos ver en este mundo, nos enseña que en su reino, las cosas fusionan en un modo diferente y perfecto; y si en él queremos avanzar debemos conocerlo.
Entonces Jesús, llamándolos, dijo: Sabéis que los gobernantes de las naciones se enseñorean de ellas, y los que son grandes ejercen sobre ellas potestad. Mas entre vosotros no será así, sino que el que quiera hacerse grande entre vosotros será vuestro servidor, y el que quiera ser el primero entre vosotros será vuestro siervo; como el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos. (Mat 20:25-28)
A Dios no lo podemos engañar, de modo, que si no nos hacemos niños (humildes); muy pequeños seremos en su reino. Pero si nos hacemos niños, seremos grandes en su reino...
Mira como lo afirma en el siguiente versículo:
Pero muchos primeros serán postreros, y postreros, primeros. (Mat 19:30)
No todos los primeros serán postreros, sino que muchos lo serán y los postreros primeros; será muy sorprendente esto cuando se manifiesten todas las cosas en el reino de Dios; ya que muchos hombres que hoy están como cabezas y lideres espirituales de multitudes serán postreros (algunos ni siquiera estarán...) y muchos hombres y mujeres anónimos, serán primeros.
¿Por que?
Porque los que fueron primeros, ya tuvieron sus recompensas y reconocimientos en el mundo, incluso eran asalariados en sus funciones; en cambio, los últimos lo esperaron de Dios y no trabajaron por los honores del mundo, sino que en humildad para Dios en el Señor; sólo buscaron la gloria que proviene de Dios. Algunos hombres que hoy son reconocidos como hombres de Dios, lo seguirán siendo; pero estos son pocos (lo dice la Escritura, y no sólo yo).
¿Cual es el secreto para hoy y ese día tan importante, cuando nos sentemos a la mesa del Señor?
Cuando fueres convidado por alguno a bodas, no te sientes en el primer lugar, no sea que otro más distinguido que tú esté convidado por él, y viniendo el que te convidó a ti y a él, te diga: Da lugar a éste; y entonces comiences con vergüenza a ocupar el último lugar. Mas cuando
...