Reflexión “La muerte, un amanecer”
Enviado por quicksliver • 3 de Abril de 2017 • Trabajo • 400 Palabras (2 Páginas) • 352 Visitas
Reflexión “La muerte, un amanecer”
Tanatología
Del audiolibro escuchado, señalo que mi interés se vio de manera radical y profunda en el siguiente pensamiento:
“Esta fe llegaba del saber profundo de que yo disponía de la suficiente fuerza y del coraje como para poder sufrir sola esta agonía y la certeza de que nunca se nos da más de lo que podemos aguantar”.
En medio del sufrimiento y de aquellas pruebas que no somos capaces de afrontar, o más bien pensamos no estar a la altura, con la capacidad de seguir adelante, viene el impulso espiritual, que sea la creencia que sea, da el motor para decir un Si grande y seguro que permite darle un sentido al sufrimiento.
“De pronto comprendí que sólo tenía que cesar en mi lucha, transformar mi resistencia en sumisión y decir sencillamente «sí».”
Un Sí lo suficientemente significativo que lo vence todo. Pero no comparto la idea de que sea por sumisión, sino decisión de encontrar un camino nuevo, en humildad y silencio para encontrar aquel diálogo en el interior que permite resaltar la esencia del espíritu.
Elisabeth Kübler-Ross es una mujer que me ha sorprendido conforme la conozco un poco más en sus lecturas.
Una de las experiencias más plenas y fructíferas para mí, fue su experimentar aquel dolor similar a de todos sus pacientes, pero en un concentrado de todos. Potencializado. Un dolor que le hacía suplicar un poco de presencia humana, una nada de humano podía serlo todo. Un episodio muy significativo, difícil pero lleno de sabiduría. Es un ejemplo de lucha ante un cumulo de gente, colegas, de lucha en la verdad de la humanidad. Que favorece a cada individuo que pasa frente del método. Sin saldos, ni pretensiones. Sólo una sed infinita de un bien común. Que puede conllevar escenas como la anterior, fuertes de soledad. Pero con un Sí significativo todo cae, toda barrera cae y toda fe es más grande que uno mismo.
Asi como el Sí de Elisabeth Kübler-Ross, también cada persona puede decir un Sí que amerita lucha ante el sufrimiento, ante el temor de la muerte, con la esperanza de aquello que el corazón anhela.
Fue una lectura enriquecedora, con muchas anécdotas, testimonios y experiencias de vida, que ensanchan el corazón y te permiten darle apertura a la empatía que queremos practicar posteriormente, dando una intervención de calidad hacia el próximo que tenemos de lado.
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