SOBRE EL MATRIMONIOl
Enviado por QuirilioMB • 13 de Diciembre de 2019 • Ensayo • 922 Palabras (4 Páginas) • 145 Visitas
El sacramento del Matrimonio no celebra el flechazo, ni el enamo-ramiento pasajero, ni el arreglo de conveniencia, ni un modo de insta-larse cómodamente en la sociedad.
Se celebra el amor, es decir, el encuentro con el otro, el afecto sereno, la entrega mutua, la confianza y la confidencia sin reserva, la comunicación, la aceptación que sigue al conocimiento real de cada miembro de la pareja. El sacramento celebra la instalación en el amor, auténtico “enamoramiento”. Esa situación en la que el amor por el otro es el aliento, la razón y el común denominador de la vida.
Se celebra el amor, es decir, el amor con futuro. El lenguaje del amor añade al “te quiero” la coletilla del “para siempre”. Amar más a quien se ama es la única dinámica del amor. La ruptura de esta dinámi-ca es una enfermedad o un pecado. Este sacramento, siguiendo la di-rección básica de la fe, exige respeto absoluto al amor, entrega total a el, confianza limitada y empeño indomable por recomponer cualquier fisura. El creyente, que intenta vivir el ideal del amor, ¿no va a amar a quien más ama?
Se celebra el amor, es decir, la fidelidad a quien se ama, hasta ser capaz de dar la vida por él. El lenguaje del amor junto “al te quiero” une, también,”a ti solo”. Aquel que ha entregado todo su amor a una persona no le queda nada que entregar a nadie. A pesar de que toda entrega es balbuceante, en ella hay un deseo de totalidad, de dar sin reservas, de entregarlo todo. De lo contrario, ¿no será falso el amor? ¿No se correrá el peligro de convertirlo en una prostitución?
Auque el amor es la vocación básica del hombre, no todos llegan a él n todo sentimiento se le puede llamar amor. No se debería confundir el amor con su encaminamiento o aprendizaje. El amor supone una madurez personal; no tiene por qué coincidir con determinados años.
El amor de la pareja no puede ser reducido a una mera dimensión individualista ; el amor tiene también un aspecto social. A la sociedad le compromete le compete el amor de sus miembros.
El amor de una pareja de cristianos no deja tampoco indiferente a la comunidad. Si el amor de cada creyente edifica la fraternidad eclesial ¿que capacidad constructiva y evocadora no tendrá para la Iglesia el amor conyugal?
La comunidad, en el matrimonio, celebra que todo amor viene de Dios como de su misma fuente (Rit. n.2) que los, cónyuges son símbolo del amor de Cristo; así como Cristo ama a su Iglesia así deben amarse los esposos. La pareja manifiesta ante la comunidad y el mundo el amor que Dios tiene a los hombres. Si dos personas son capaces de amarse es porque Dios lo ha puesto en su corazón. De ahí que los casados sean “testigos del amor de Dios”, de Jesús, de los creyentes entre sí. La responsabilidad y misión de los cónyuges cristianos es grande: “dar testimonio de que el amor es realmente posible entre los hombres”
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