San Agustin

Este Gran Pensador Cristiano, poseedor de títulos como Santo, Padre y Doctor de la Iglesia Católica, nació en Tagaste el 13 de Noviembre del año 354, y murió en Hipona el 28 de Agosto del 430. Es considerado por muchos uno de los más grandes genios de la humanidad, dedico una gran cantidad de tiempo en su vida a escribir acerca de filosofía y de teología, los dos focos sobre los cuales giraba el pensamiento de su vida y su obra.

Desde muy pequeño demostró ser un muchacho interesado e inquieto en lo que hacía, lleno de preguntas y buscando muchos lugares donde responderlas, pero ningún de los que encontró llego a satisfacerlo tanto como el cristianismo, religión a la que termino entregado hasta de final de sus días.

Pero qué era eso que buscaba saber, y el objetivo que había detrás de todas las preguntas que hacía?, pues sencillo, la verdad, él deseaba conocer la verdad del mundo que lo rodeaba, vamos a definir ese camino al conocimiento de la verdad como un recorrido que San Agustín tomo desde el día de su nacimiento hasta el día de su muerte.

La primera etapa fue la que hubo desde su nacimiento a su conversión, donde perteneció al escepticismo y al maniqueísmo.

Todos sabemos que San Agustín, comenzó estudiando Gramática y retorica,

en Cartago a sus 17 años, llegando a ser inclusive el mejor alumno de su

escuela, pero él reconoce que durante esa época el estilo de vida que llevaba

lo dejo insatisfecho, y por tal razón decidía comenzar una búsqueda intelectual

de la verdad, por sus propios medios. Esta búsqueda comenzada a sus 19

años, no termino realmente sino hasta que recibió el bautismo cristiano.

Lo que ocurría era que el cristianismo que le ofrecía su Madre era demasiado

sencillo y no alcanzaba responder todas las dudas del largo camino que había

iniciado, por lo cual opto por unirse al maniqueísmo.

A los 27 años escribe su primera obra, la cual hoy en día está perdida, “Sobre

lo bello y lo conveniente”, ya por esos momentos no era tanto su entusiasmo en

el maniqueísmo como al principio, había muchas dudas que Agustín se

planteaba y el maniqueísmo no le daba solución, por lo cual dejo de mostrar

tanto interés en él y termino abandonándolo.

En el año 384, Agustín se trasladó a Milán, donde Platón y el Platonismo eran

muy conocidos, razón por la cual, Agustín terminó dejándose influenciar en

gran manera por esta corriente filosófica.

Entonces conoció algunos textos de Plotino, traducidos por Mario Victorino,

filósofo neoplatónico convertido al cristianismo. A través de su lectura, se

adhirió

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