Sermón del sábado

El cuarto mandamiento, es el más largo de todos y nos manda a guardar el día de reposo pero leamos Éxodo 20:8. Este mandamiento es importante para toda la humanidad.

Es cierto que la ley de Dios se le dio a Moisés en el Monte Sinaí pero no era algo nuevo, vemos en Éxodo 16 como Dios luego de sacar a su pueblo de la esclavitud de su mayor enemigo terrenal les dio el mana pero no debían recogerlo en sábado.

Si nos vamos más atrás el bondadoso creador también a Adán y a Eva les dio el sábado para adorarlo.

Para dar un presidente y poner el ejemplo Dios creó los cielos y la tierra y todo lo que en ella había en 6 días y descansó el séptimo día después de haber hecho al hombre, y les dio la indicación de trabajar seis días cuidando el jardín del Edén y el séptimo descansar y honrarlo a él.

Adán y Eva conocían a Dios pero ellos no estuvieron en la creación, ni siquiera Adán vio como Jehová creó a Eva porque Adán lo hizo dormir, cuando despertó no hizo preguntas sólo obedecieron y le creyeron que él era el creador de todo. Ellos no tenían prueba de que Dios era el creador y descansaron el séptimo día.

El sábado es el monumento conmemorativo de la creación. Dios dispuso que mediante su observancia la humanidad lo recordara siempre como el Dios vivo y verdadero creador de todas las cosas. La perpetuidad del sábado no es tú día, sino es el día de Dios. Él lo reclama como su propiedad; lo reclamó suyo desde la creación, por tanto el señor bendijo el sábado y lo santificó para su propio servicio.

Santificarlo quiere decir hacerlo santo, consagrarlo, apartarlo para un uso sagrado.

Dios probó también al pueblo de Israel en el desierto, busquemos Éxodo 16:4, 5, aquí podemos ver como este pueblo en su mayoría fueron obedientes, hubo también algunos desobedientes que salieron a buscar el mana en día sábado pero no encontraron nada. Quizás nos preguntemos ¿Por qué es sábado es santo? Pues bien, el sábado es santo porque le pertenece a Dios. Recordemos cuándo Moisés se encontró con Dios y le dijo “Quita tu calzado porque el lugar que pisas santo es y ese lugar es santo porque él estaba ahí”, de igual manera el sábado le pertenece a Dios.

Los israelitas con la esclavitud que tenían en Egipto se habían olvidado del sábado por las tantas actividades que les imponían no podían descansar.

Jehová o el Señor da como bendición el día sábado después de trabajar. El trabajo también es una bendición de Dios, porque de otro modo no lo hacen delicia santa como nos dice en Isaías 58:13, 14. Vayamos a ver qué nos dice esta cita.

Jesucristo también respetaba el sábado. Vayamos a Marcos 2:27. El hombre aquí significa la humanidad, Dios instituyó el sábado para que fuera una fuente de bendición y bendición para la familia humana. Jesús dice: “El sábado ha sido hecho para el hombre”, los fundamentos son que el hombre desde su creación guardaba el sábado. Antes de que la ley fuese dada desde el Sinaí se comprendía la obligación del sábado. Hoy el sábado es obligatorio como lo fue siempre. El sábado ha sido hecho para el hombre y no el hombre para el sábado.  Es de bendición más ahora con tanta tensión que tenemos y sobre todo que el Señor ha dicho: “Acuérdate del día sábado”.

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